Sembrar una plantita o una semilla exclusiva para él, es una de las grandes
oportunidades para contactar con la naturaleza y mirar de cerca los cambios que
ocurren en ella.Te sugiero que sea una semilla que germina rápido como
la del frijol, el maíz, tomate, zanahoria, la que tu decidas. O bien una plantita.
Solo genera un
acto simbólico con el niño al elegir la semilla sembrarla, regarla y cuidarla
hasta que brote por sí misma. Y por supuesto que continuaran los cuidados. Este
tipo de actos tan simbólicos acercan al niño a mirar, a sentir, a observar, a
unir esfuerzos que a futuro serán parte de su andamiaje emocional. Valdrá la
pena hacerlo?
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