martes, 16 de octubre de 2012

Confusión de la Identidad


Para formar una identidad, el ego organiza las habilidades, necesidades y deseos del adolescente y lo ayuda a adaptarlos a las exigencias de la sociedad. Durante la adolescencia la búsqueda de “quién soy” se vuelve particularmente insistente a medida que el sentido de identidad del joven comienza. La identificación se inicia con el moldeamiento del yo por parte de otras personas, pero la formación de la identidad implica ser uno mismo por lo tanto solo le competerá a él autodefinirse. Para ello el adolescente sintetiza todas sus identificaciones dentro de una nueva estructura psicológica. Y puedes observar esos cambios ante la búsqueda de su identidad cuando ha llegado el momento de decidirse por seguir una carrera. Como adolescentes necesitan encontrar la manera de desarrollas esas destrezas. El rápido crecimiento físico y la nueva madurez sexual alertan a los jóvenes sobre su inminente llegada a la edad adulta por lo que comienzan a sorprenderse con los roles que ellos mismos tienen en la sociedad adulta. Cuando tienen problemas para determinar una identidad ocupacional se hallaran en riesgo de padecer situaciones perturbadoras como un embarazo o la delincuencia. El primer peligro de esta etapa es la confusión de la identidad que se manifiesta cuando un joven requiere un tiempo excesivamente largo para llegar para llegar a la edad adulta
De la crisis de identidad surge la virtud de la fidelidad, lealtad constante, fe o un sentido de pertenencia a alguien amado o a los amigos y compañeros. La fidelidad representa un sentido ampliamente desarrollado de confianza pues en la infancia era importante confiar en otros, en especial a los padres, pero durante la adolescencia es importante confiar en sí mismos.  

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