Resulta una nueva experiencia
bañar al bebecito por primera vez, por supuesto que en la clínica o el hospital
ya recibió sus primeros bañitos. Sin embargo
en esta aportación quiero hacer referencia al primer bañito del bebe en
casa. Y se trata de contactar con las emociones. Independientemente del entrenamiento
que recibas para bañar a tu bebe y cuidar su higiene, la aportación que te deseo
compartir se centra en el “placer de
contactar” durante estos momentos. Cuando se encuentre tu bebe en la tina
listo para iniciar el bañito semeja un ritual; recorre con tus manos toda su pielecita
para enjabonarlo, posa tu mirada en la totalidad de un hermoso angel recién nacido,
ahora desvía tu mirada y relaja tu rostro para compartirle al bebe la alegría de vivir, cuida que tus manos no se tensen o aprieten demasiado su
cuerpecito, solo dejalas deslizarse por su hermoso cuerpecito.
Mantén
tu cuerpo firme y cuida que tus manos no
titubeen al bañarlo pues aquí se
centrara la magia del amor transmitiéndole lo que tu corazón experimenta en este
hermoso instante. No necesitas hablar…solo siente y mira será un momento único. Fundirse
en una sola vida; una adulta y la otra
recién nacida.
Y recuerda que un bañito no solo
se centra en la limpieza corporal, o en un hábito, también puedes aprovecharlo
para ir mas allá de lo corporal y dejar las huellas del amor…enhorabuena.
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