Cuando el niño ya es capaz de
conducir su bicicleta resulta una de las proezas más complejas para su desarrollo
psicomotor. Y por supuesto que enseñarle a conducirla es uno de los recuerdos
imborrables en los padres. Pues siempre recordaran como enseñaron a andar en
bicicleta al niño (parece que fue ayer cuando enseñe a mi hijo a andar en bici,
se rompió uno de sus dientitos, hermosa proeza, pero lo logramos).
Bueno.... pero la aportación del día
se centra en llevar al niño de paseo en su bicicleta a un campo abierto donde
tenga la oportunidad de desplazarse con confianza, o bien puede ser un parque
cercano a casa, procura que no sea tan transitado, pues distraerá la concentración del niño y además te pierdes el placer de concentrarte con tu
hijo para vivir el momento, pues ambos estarán cuidándose de los autos o de obstáculos.
Será hermoso
mirarlo desplazarse a diferentes velocidades y experimentar nuevos terrenos,
además de contribuir a desarrollar su confianza y contactar profundamente con un acto trivial....enhorabuena
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