lunes, 28 de mayo de 2012

latiendo


La familia es como un latido, con vida, con energía, con ímpetus, con esperanzas para llevar a buen puerto a quienes la habitan. No es una entidad estática, no se imanta, no se cierra al crecimiento, semeja un gran halo de energía que concentra todo el poder para sobrevivir. Juntos enfrentan constantes cambios y van creciendo día a día. Aun cuando uno de ellos se agote o caiga en las profundidades del cambio (muere un familiar, se enfrenta a enfermedades, la madre es despedida del trabajo, hay conflictos con los hijos) siempre estarán abiertos al cambio. Espiritualmente saben que deberán adaptarse a las nuevas condiciones para seguir latiendo. 
La imagino como un corazón que resurge intensamente recargándose de energía, de amor de nuevas esperanzas… así es mi modo de ver a una familia nutridora, unida, energizarte y hasta desafiante con los obstáculos que la vida pone en su camino….

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