Guauuu…el placer de sentir caer
el agua en el cuerpecito resulta delicioso a temprana edad y que mejor que
aprovechar todo instante de vida para regocijar al niño en un nuevo mundo donde
todo es aprendizaje. Si el agua cae de la regadera a la tina es una excelente
oportunidad para abrir y cerrar los ojitos…ante tal acto el niño descubre con
ayuda de mama que deberá cerrar los ojitos para no lesionarlos y porque no
aprovechar este instante para subir manitas e intentar atrapar el agua. Resulta
ser un delicioso momento para jugar antes o después del baño formal donde el
niño intentara atrapar gotitas de agua. El placer y la alegría envolverán nuevos
aprendizajes, sin forzar, sin obligar y mucho sin volver el baño un momento trágico
para el niño.
mi piel esta lista para salir al mundo...saludando!
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