- Experimentan desapego al enviar al niño a la escuela.
- Viven niveles de ansiedad ante la expectativa del como les ira a sus hijos en la escuela. Saben desprenderse de sus hijos.
- Se aclimatan rápido al enviar a los niños a la escuela cuando saben cómo contribuir con ellos.
- Retornan al pasado para enseñar a sus hijos. Se actualizan constantemente para contribuir con sus hijos en la escuela.
- Se tornan ansiosos para que todo salga bien con sus hijos en la escuela. Se serenan porque saben como actuar ante cualquier imprevisto escolar.
- Se desesperan si no saben cómo enseñar al niño. Aun cuando no sepan enseñar a sus hijos centran sus emociones para no perder los estribos al enseñar al niño.
- Han olvidado como es ser niño para enseñar al nivel de sus hijos. Se detienen a observar como aprende el niño para bajar a su nivel.
- Confunden el hablar con los niños con el escuchar a los niños.
- No saben respetar su turno, piensan que el comunicarse con un niño es hablar solo ellos. Respetan su turno de interacción cuando se comunican con el niño.
- Tienen muy acentuado el rol de padres, tan acentuado que corren el riesgo de controlar a los niños. Son flexibles, firmes, empaticos, solidarios y consecuentes porque saben que en la escuela de todo llega a suceder a un niño.
- Piensan que al hacerle las cosas al niño lo ayudaran a desarrollarse. Saben que la independencia es la clave para que el niño se sienta seguro en la escuela.
- Temen que el niño fracase. Las preocupaciones de fracaso no los asola porque saben que en el hogar sus hijos cuentan con múltiples soportes para destrabar obstáculos escolares.
- Se comunican con los niños como si estuvieran comunicándose con un adulto. Bajan al nivel de los niños para hablarles claro y sencillo.
- Canalizan sus frustraciones hacia el niño y si el niño tiene frustraciones no se les permite canalizarlas hacia ellos. En el hogar la empatia y solidaridad diluye cualquier frustración.
miércoles, 24 de agosto de 2016
Experiencias de los padres y la escuela
miércoles, 17 de agosto de 2016
miércoles, 10 de agosto de 2016
Comunícate con tu bebe…
Desde que nace el pequeñito
comunicarse con él o ella es un extraordinario medio para
enseñarle hablar. Tan solo se trata de hablarle, pero hablarle con claridad,
haciendo énfasis en lo que le dices. La claridad con que le hables será determinante pues llevaras al niño a escuchar vocales, fonemas, frases u oraciones.
Lo importante de este primer contacto reside en no saturarlo, es decir no
hablarle rápido, impulsivamente, con poca claridad o distorsionando el lenguaje
lo vital es hablarle con naturalidad para llevarlo a discernir lo que
escucha. Y algo muy importante cuando te comuniques con él bebe deberás estar
atenta de su mirada, pues la mirada te dará la pauta para saber si te escucha
él bebe. Realiza charlas cortas, sencillas, rápidas y claras por lo menos 3
veces por semana para estimular el lenguaje de tu bebe.
Palabras para estimular al bebe
Para cuando los bebes son
lactantes, entre el año y año y medio, estimular su lenguaje es vital pues el
pequeñito se encuentra en una faceta prelingüística y esta por pasar a una
lingüística para ello sugiero estimularlo cuidando la forma en que lo haces, no es
hablarle por hablarle, es hacer énfasis en tu lenguaje para que el niño te
escuche. Para ello te compartiré un ejercicio rápido y simple solo imprime las láminas
que te dejo en esta liga o bien emplea tu ordenador o móvil para usarlas. Se
trata de mostrarle al bebe imagen a imagen (solo 3 imágenes) haciendo énfasis
en las vocales invitándolo a imitarte, realiza lo mismo dos o tres veces con una
lámina y hecho este primer acercamiento ahora pasa a una segunda lámina,
realizando lo mismo. Pasada una semana
vuelve a repetir la actividad, inicia mostrándole al bebe las láminas ya
conocidas y agrega tres nuevas. La elección de las láminas irá de palabras
cortas a palabras largas. La estimulación estará basada en un circuito de
fonemas, es decir inicias con tres láminas
y terminas con doce para pasar a nuevas palabras.
Frases para estimular el lenguaje
Para cuando él bebe tiene dos años
es un hecho que la etapa lingüística se ha dado, es decir surge el lenguaje,
pero si a tu bebe solo le escuchas decir una o dos palabritas es indicio que
está requiriendo estimulación así que te invito a estimularlo y recuerda que no
se trata de hablarle y hablarle se trata de precisar el estímulo. El lenguaje a
los dos años se constituye por frases por lo que te compartiré una actividad
para estimular esta etapa por lo menos 1 vez por semana durante 5 minutos con
las tarjetas que te dejare en esta liga, una vez descargadas imprímelas o bien empléalas
con tu móvil, la computadora o el celular. Se trata de trabajar 3 tarjetas para
armar frases como; se baña, está
comiendo, se columpia, patea la pelota. Muestra las tarjetas al niño una a
una a la vez que dices la frase o invita
al pequeñito a decirte lo que ve ahí y
si no es la frase que dijiste o no habla, no hay problema, lo importante es que
el niño estructure y se acerque a intentos de frases. Realiza lo mismo pero
ahora con tres nuevas tarjetas y antes de iniciar reafirma las frases
trabajadas el día anterior. Será como hacer un circuito de frases empiezas con
3 y terminas con 24.
La estructura de las frases solo
deberán llevar 2 o 3 palabras, en eso
reside la importancia de estimular el lenguaje en esta etapa. Si el niño no
reacciona o no te imita no te angusties, mucho menos te enfades con él o ella
pues recién está madurando el proceso así que deberás darle tiempo para... escucharte, articular, comprender y evocar la frase.
Charlar con secuencias
El lenguaje en niños de 3 años ya
es un hecho por lo que continuar estimulándolo será importante en especial para
ampliar su comunicación pues se encuentran en una etapa de dar sentido a lo que
dicen. Es decir tu pequeño por ahora hace correlaciones entre lo que habla, los
sucesos, las acciones, personas u objetos. Para ello te compartiré una
actividad para estimular este proceso solo descarga las láminas que te dejo en esta liga,
puedes imprimirlas o bien emplea tu ordenador o móvil para trabajarlas con
el niño. Se trata de abordar secuencias para entablar una charla, toma la secuencia
que gustes, en las tarjetas que te compartí, muestra una a una al niño e
invítalo a charlar sobre lo que ve ahí. Y si observas que le cuesta comprender o hablar ayúdale compartiéndole lo que tu vez, entablen
una charla de lo que sucede en las tarjetas elegidas. Sugiero que inicies por
una serie sencilla y pasada una semana emplea otra serie hasta concluir las 15
series que contienen el álbum que te he compartido.
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