miércoles, 30 de marzo de 2016

Experiencias infantiles

El niño vive de experiencias, cotidianamente experimenta vivencias de todo tipo por mínimas que sean, son experiencias que se traducen en recuerdos que se quedara grabados en mente y corazón del niño a medida que se va desarrollando, sea para bien o sea para mal.
Las experiencias de todo niño a lo largo de su desarrollo se convierten en los andamiajes de su vida. Tan solo echa un vistazo a tu infancia y ahí tendrás contenidos tus recuerdos, tus experiencias de niño o niña son tus recuerdos más memorables o más desagradables, depende en gran medida del tipo de infancia que viviste. Pues lo mismo esta sucediendo con tu hijo o hija; ellos están teniendo experiencias de todo tipo tanto mentales como emocionales en su vida diaria y son más determinantes las experiencias emocionales pues serán quienes cimenten la  confianza o la desconfianza, la seguridad o la inseguridad, el miedo o la ansiedad, la alegría o la tristeza dependerá en gran medida del tipo de experiencias que viva tu hijo.  Aun a sabiendas de que  las emociones son determinantes en nuestras vidas casi puedo afirmar que les prestamos poca importancia pues damos por hecho que las emociones no precisan de cultivarse así que nos volcamos en cultivar las experiencias mentales. Sea cual sea la concepción que tengas de las experiencias emocionales lo real es que son reales y es tal su impacto que; afirmo que son el pilar de nuestras vidas, la razón de SER de nuestra existencia. Es importante cultivar las experiencias mentales para fortalecer la inteligencia del niño, concuerdo con ello, pero es más valioso vigilar, cultivar y atesorar las experiencias emocionales del niño. Desafortunadamente iniciamos a cultivar las experiencias mentales aun cuando el costo emocional sea alto. Y digo; “el costo emocional” porque... si por alguna razón el niño no aprende o se queda bloqueado su corazón se paraliza, se revela o simplemente no responde.
Sí  las experiencias emocionales son una prioridad pues que mejor que contribuir contigo dándote algunas ideas de cómo y en qué momento cultivar experiencias  fortificantes en tu hijo o hija.
La comida. El momento de los alimentos es sagrado, pues es el cuerpo alimentándose, pero también es real que durante estos instantes se corre el riesgo de generar  experiencias negativas para el niño y  de ti depende estar alerta para no permitir que lleguen a tu mesa o que lesionen el corazón de la familia.
Responsabilidades hogareñas. Es real que a los niños se les enseña el sentido del orden y la disciplina pero también es real que al crear hábitos, más que hábitos se convierten en experiencias tortuosas para niños y adultos. Toda experiencia para hacer una tarea en el hogar dependerá en gran medida de tu estado emocional, dependerá del cómo los instruyas, guíes y enseñes  a los niños para no permitir que se creen hábitos empapados de ira o violencia.
Las tareas escolares. Las tareas escolares albergan infinidad de experiencias de todo tipo en el niño. Sea en la escuela, en casa o cualquier lugar donde se viva el aprendizaje. Una tarea escolar es capaz de generar confianza en el niño y seguridad  o bien de iniciarlo por el camino de la ansiedad e inseguridad o el bloqueo emocional. Así que muy alerta para intuir y atender las emociones de tu hijo antes de volcarte en que aprenda a un alto costo emocional.
La convivencia. La convivencia cotidiana entre familia genera infinidad de experiencias infantiles, sobre todo cuando hay más de un hijo o hija. La relación familiar es tan poderosa que es capaz de dejar gratos sabores en el alma pero también es capaz de dejar profundos resentimientos entre familia. Experiencias que se albergan de por vida de ahí que proponte generar experiencias enriquecedoras, nutridoras y ponte alerta para erradicar aquellas que deterioran o devalúan la relación familiar. Asegura que tu hogar se empape de paz, alegría y la felicidad en quienes lo habitan con el solo hecho de erradicar la hostilidad, la violencia, la ira, la inequidad o las mentiras que dañan a la familia.

Autostima familiar

En busca del autoestima la mayoría de los padres buscan distintas formas de comunicarse con sus hijos e incluso recurren aquellas que aprendieron mientras iban creciendo. Pero la realidad es que no funcionan, pues los tiempos cambian, los niños no son los mismos del siglo pasado. Aun y cuando te esfuerces por comunicarte con tus hijos, si no los escuchas no abra comunicación, solo sera viable si sabes escucharlos, no necesitas recurrir a patrones aprendidos. Si no los escuchas, no sabrás comunicarte, no sabrás lo que dices, por lo que no te darás cuenta si utiliza formas de comunicación positivas o negativas con tus hijos.
La comunicación que crea una verdadera autoestima en padres e hijos es aquella que no es conciliadora, culpabilizadora, demasiado racional o empequeñecedora. Estos son los tipos de comunicación que realmente deberían erradicarse al interior de la familia si se busca comulgar con una autoestima familiar.

Congruencia

Se congruente con lo que dices y haces con tus hijos.

Cambiar es aceptar con franqueza nuestros sentimientos, un paso esencial para comunicarnos con nuestros hijos y lo que nos rodea. A esta actitud de apertura con el universo la llamo; congruencia
Sin embargo la mayoría de nosotros prefiere cierto grado de deshonestidad emocional, en especial hacia los niños, que reaccionar frente a ellos de manera clara y abierta ante lo que va surgiendo en su vida cotidiana. Sentimos que lo hacemos por el bien de ellos, que es lo que correcto, sobre todo cuando se es incongruente frente a ellos. Lo lamentable es que después se sufren las consecuencias, pues antes de que tu lo sepas el niño ya te abra descubierto, sabrá que mamá o papá no hablan con la verdad, que no son congruentes. 
La congruencia es posible pero te implicara un alto grado de conciencia para darte cuenta de cuando estas siendo incongruente frente a tus hijos. Asumir tu realidad, es asumir tu responsabilidad como hombre o mujer para ser congruente con tus actos durante la crianza y eso mas que ser un costo emocional, es un verdadero oasis para compartirse con tus hijos. 

miércoles, 23 de marzo de 2016

Estimula ubicación espacial en él bebe

Estimular la ubicación espacial desde que nace él bebe es fundamental pues será la plataforma tanto de su psicomotricidad como de percibirse en su espacio de vida. Para ello puedes realizar sencillas rutinas de 2 o 3 minutos de búsqueda. Si, búsqueda de tu persona mediante los ojitos del bebe. Para ello coloca al bebe recostado sobre la cama cuidando que no se encuentren obstáculos alrededor del niño como barandales, almohadas u otro tipo de obstáculo, lo importante es que el niño se ubique en un plano decúbito dorsal para percibir todo su entorno. Ahora colócate frente a él o ella y llama su atención con voz suave y atractiva. Colócate a un lado y llama nuevamente su atención, colócate al otro lado y realiza lo mismo, colócate atrás y realiza lo mismo. Cuatro ubicaciones para llamar la atención del bebe; adelante, a un lado, al otro, atrás realizadas por una sola vez para no cansar al bebe será excelente para estimular su desarrollo. Lo importante de esta estimulación será ir atrayendo su mirada con tu voz y pasada una semana vuelve a realizar lo mismo pero ahora con una campanita omitiendo tu voz. Al realizar este tipo de estimulación él bebe se inicia en la ubicación espacio, tiempo, sonidos.

Estimula ubicación espacial en bebes de 1 año

Al año ubicar al bebe en su espacio - tiempo es vital pues será parte de su desarrollo. Solo proponte jugar con él o ella de la siguiente manera; tómalo entre tus brazos y elévalo, estando arriba y cuando te mire desde arriba dile; -arriba- ahora bájalo al nivel de tu cintura y dile; -abajo- ahora llévalo a un lado y dile; - a un lado- llévalo al otro lado y dile; -al otro lado-. Es decir con él bebe entre brazos úbícalo a diferentes niveles; arriba, abajo, a un lado, al otro acompañado del lenguaje. El solo hecho de jugar con tu bebe por 2 o 3 minutos lo llevaras a crear sus primeros esquemas de pensamiento.

Estimula la ubicación espacial en niños de 2 años

Para los 2 años la ubicación espacial juega un papel importante en el niño, se acerca a lo que serán sus primeras plataformas de pensamiento y contar con una ubicación espacial será determinante para su desarrollo. Seguramente tienes en casa banquitos, sillas pequeñas o bloques donde se pueda parar él bebe. De cualquiera de las opciones que te he dado elige una para llevar  al niño hacer lo siguiente; coloca la silla al frente del niño, tómalo de una manita y ayúdale a treparse a la vez que le dices; arriba, refuerza la ubicación diciéndole; arriba, procede a bajarlo y dile; -abajo- repite la acción 2 o 3 veces y para cuando observes que él bebe ya no le interesa pasa a tomarlo de la manita y termina ubicándolo a un lado de la silla, al otro lado, adelante y atrás, no lo sueltes de la manita pues de hacerlo él bebe escapara a otros espacios y no conseguirás el objetivo. Acompaña las últimas ubicaciones con tu voz y haciéndolo lo más rápido posible antes de que se disperse tú bebe. 

Estimula ubicación espacial en niños de 3 años

La ubicación espacio – tiempo a los 3 años es definitivamente importante para el pensamiento del niño. Un aspecto que por lo general se deja de lado y que requerirá tu hijo o hija a medida que se desarrolla. Basta salir a jugar con el niño sea al jardín de tu casa o al parque a jugar para ubicarlo en diferentes entornos como; caminar sobre una línea que encuentren, una vereda, la guarnición de la banqueta todo aquello que identifiques para jugar a ubicar al niño estará bien. Al terminar la experiencia llévalo a subir y bajar bancas, sillas, bloques todo aquello que observes que sirva a tu hijo para subir y bajar. El niño experimentara alturas y sobre todo asimilara la sensación de ubicación en el espacio donde se mueve. Para cerrar la experiencia basta con pedirle que se coloque; adelante, a un lado, al otro, atrás de cualquier objeto que elijas sea la resbaladilla, el columpio, el sube y baja, etc.