La risa:

Preparándolo para la marcha

A partir de los cinco o seis meses resulta vital estimular al bebe para iniciarlo en la marcha y para ello te sugiero lo siguiente; Coloca alrededor de la cuna juguetitos pequeños sostenidos brevemente por un cordón,a manera de que cuelguen, procura que sean varios y que se encuentren espaciados. Ahora recuesta al bebe sobre la cuna y deja que  mire los juguetitos; se estire, se levante, se siente, agache, pare, etc. Todo movimiento que intente para alcanzar los juguetes sera un estimulo y con ello habrás contribuido con  más de una acción para estimular sus grandes músculos.  

Percibiendo el entorno

Al nacer el bebecito inicia la exploracion de su entorno, y contribuir con su mirada durante esta etapa de vida, resultara estimulante para sus sentidos. 

Durante los momentos de vigilia sienta al bebe en su silla y permítele que vea la periferia que le rodea, sea la sala, la recamara, la cocina, el jardín, lo relevante estriba en cambiarlo de sitio cada cinco minutos para que el bebe perciba todo el entorno que le rodea.

Abrazar

Al nacer inicia;

Contactando

Solo consigue una cartulina sea de algún color llamativo, hazle tantos orificios como desees, grandes o pequeños.

Colócate frente al bebe y pon la cartulina entre ambos para hacer lo siguiente:

• Míralo por un orificio
• Invítalo a que te mire por el mismo orificio
• Inserta un dedo por otro orificio
• Invítalo a que inserte también su dedito por otro orificio
• Inserta dos dedos por otro orificio              
• Invítalo a que inserte sus dos deditos por otro orificio

Ejecuta cuando movimiento desees por los orificios que has realizado, estimulando al pequeño para que te imite. Sera una fabulosa oportunidad de contactar, movilizar manos, dedos, controlar brazos y percibir obstáculos….fabuloso!

Un misterio

Todo es misterioso: es mejor disfrutarlo en lugar de tratar de comprenderlo. Al final, el hombre que sigue tratando de compren­der la vida resulta ser en vano. El hombre que disfruta la vida se vuelve un sabio y sabe disfrutarla porque se hace más y más consciente del misterio que nos rodea.

El mayor entendimiento es saber que no se puede comprender nada, que todo es misterioso y milagroso. Para mí, ese es el inicio de mi religión.