Se mueve...

Ten - Dame

Iniciar al pequeñito a seguir indicaciones sencillas es realmente favorable para estimular tanto su lenguaje como la comprensión de lo que desea mama o papa. 

En una cesta reúne algunos juguetes o frutas y haz lo siguiente:

• Toma un juguete de la cesta, di su nombre e invita al niño a repetir contigo el nombre del mismo. Ahora Colócalo al frente del niño, como si lo formaras.
• Continua de la misma manera hasta agotar todos los juguetes de la canasta
• Ahora regresen los juguetes a la cesta, invirtiendo las indicaciones. Es decir di al niño; dame el coche, dame el oso, hasta regresar todos los juguetes a la cesta.
• Ahora nuevamente saquen los juguetes de la cesta bajo la siguientes indicación: ten el oso, ten el coche.

En conclusión utiliza las palabras ten, dame…en varias series al sacar, colocar y regresar juguetes a la cesta. Participaras ampliamente en el desarrollo de tu bebe al estimular: lenguaje, comprensión, clasificación,  noción espacial y por supuesto el placer de estar con mama.

Una simple linea

Y que te parece si solo haces una simple línea en el piso con un gis o con un masquintape, o sales al parque a buscar una linea. Solo haz una línea tan gruesa como lo desees. Y has lo siguiente con el niño: caminen normal sobre la linea, rápido, lento. Salten sobre la línea con los dos pies, con un solo pie, rápido, lento. Ahora repite las siguientes variantes a un lado de la línea, al otro lado de la línea…fin. Explosiva descarga de energías generaras en el pequeño al hacer toda una combinación de actos con su cuerpo y una simple línea. Sin contar la infinidad de conceptos que se detonan en su pensamiento....enhorabuena!

Felicidad ó Infelicidad

Te contare una anécdota:

-Mi medico se ha empeñado en que venga a verlo- le dijo un paciente a su psiquiatra-

Sabe Dios porque? Estoy felizmente casado, tengo un trabajo seguro, un montón de amigos, no tengo ninguna preocupación…

-Ya - replico el psiquiatra, mientras cogía un cuaderno de notas…- Y cuanto tiempo lleva así.....

                                                                           

Nadie cree en la felicidad. Parece que el hombre no puede ser feliz. Si hablas de tu depresión, de la tristeza, de la infelicidad, todo el mundo se lo cree; parece algo natural. Si hablas de tu felicidad, nadie te lo cree. Parece algo antinatural.

Parece muy pesimista, pero si nos fijamos  en la humanidad; esa parece ser la situación, parece que es así. Solo los seres humanos son infelices. Algo está mal en lo más profundo.

Los seres humanos pueden ser felices, más felices que los arboles, más felices que las estrellas. Porque los seres humanos poseemos algo que no posee ningún ave, ningún árbol, ninguna estrella. Tenemos conciencia, poseemos felicidad, poseemos dicha…

Tener conciencia nos muestra dos caminos. Llegar a la felicidad o llegar a la infelicidad. Tu eliges. Los arboles son felices porque no pueden ser infelices. Su felicidad no es cuestión de libertad. Tienen que ser felices. Los pájaros que trinan en los arboles, no son felices por decisión propia, sencillamente son felices, su felicidad es inconsciente, es  natural.

Los humanos podemos ser tremendamente felices o tremendamente infelices y poseemos la libertad de elegir. Esa libertad es peligrosa, esa libertad es arriesgada, porque tú eres el único responsable de ser feliz …

Majestuosas frente a casa

Una semana magestuosa

Inhalando y exhalando la belleza

que tocan mis ojos.

Soltándome en el infinito del alma,

gozando del espíritu aventurero

y el cauce del océano que me habita
profundo e intocable.
 La belleza del renacer

llena de dicha

cada poro de mi piel.

Sin importar el momento, el  lugar,

país ó genero, te digo;

la nada es mi religión,

el cielo mi oración.

Dichoso fin de semana!!!

EL

Controlando la cabeza

Ahora le ayudaremos a controlar su cabecita. Así que acostándolo sobre la cama con el pecho apoyado en una toalla o cobija enrollada, déjalo así por unos instantes para que articule su cabecita libremente. O bien puedes realizarlo recostándolo sobre tu vientre, mientras le enseñas juguetes de colores llamativos.