miércoles, 20 de diciembre de 2017

Convivencias familiares

Un regalo para ser perpetuado en el corazón de niños y niñas es la alegría, la alegría de sintonizar sus energías conviviendo bajo un mismo techo. 

"Divina Virtud"

Un regalo para obsequiar diariamente a niños y niñas es la confianza. La confianza es tan sagrada que cuando no es mancillada no existe mayor obsequio que supere tan divina virtud.

Regalos atesorables

La verdad solo la enseñan los padres a sus hijos, porque conocen el daño que causa la mentira. No existe mayor regalo para dar a un niño o una niña que hablarles con la verdad.

Un Ser de Luz

La educación es un obsequio que perdura por siempre en niños y niñas. Una mama o un papa que juega el rol de enseñar a su hijo o hija bajo la lupa del corazón es un Ser de Luz que guía un alma infantil.

Regalos atesorables

Un regalo navideño para un bebe que sin duda resulta atesorable es tu paciencia para criarlo, tu templanza para guiarlo y tu intuición para sentirlo (a).

Dosis de amor

Un regalo que perdura por siempre en niños y niñas es una dosis tempranera de amor incondicional aunque al transcurrir el día se torne difícil e incierto, la pócima incondicional perdura por horas... si lo sabes destilar justo en los momentos que más lo necesites.

Regalos intangibles

Los regalos navideños no solo son materiales, también puedes obsequiar amor incondicional y justo esta temporada navideña es ideal para prodigarlo y perpetuarlo en tu hogar.

miércoles, 13 de diciembre de 2017

Tiempo de calidad con niños y niñas

Padres proactivos son aquellos que se interesan por fortalecer los lazos familiares aprovechando  cualquier excusa para dedicarles tiempo a sus hijos aun cuando el trabajo consuma la mayor parte de su rutina diaria. Si el trabajo es  abrumador, justo durante las presiones laborales se dan un respiro para calmar su cerebro -traen a su mente a su hijo o hija- -imaginan lo que quisieran decirles- y en cuestión de segundos se conectan con su hogar espiritualmente. El tiempo de calidad no se pesa en horas se traduce en intenciones y cuando se propician este tipo de acercamientos con niños y niñas se fortalecen los lazos familiares.

Si los niños están aburridos, cansados de ver tele o de  estar mucho tiempo en internet sitúa la palabra jugar en tu cerebro y comunícala a los niños diciéndoles; “juguemos” afiánzate a tu iniciativa niños y niñas se encargaran del resto. El solo hecho de decir en casa; -vamos a jugar- los niños de inmediato sacan todo un repertorio de alternativas sobre todo cuando están aburridos así que es importante ser cuidadosa (o) al decirlo porque si los niños están entretenidos u ocupados no harán eco a tu propuesta.   Compete a los padres estar dispuestos a jugar con los niños, proponerlo en el momento adecuado y echar andar la iniciativa que propongan los niños.

Navegar por internet con los niños es una excelente alternativa para pasar tiempo con ellos. Cuando  los padres navegan por internet con sus hijos generan tremendos aprendizajes acerca de sitios seguros para visitar, sitios que representan peligro, enseñarles a evadir publicidades, páginas que son nocivas e incluso mensajes  fraudulentos. Invertir tiempo para hacer un recorrido en el internet es un tiempo de aprendizaje, seguridad y contacto con tu hijo (a). 

Los padres que dan tiempo de calidad a sus hijos  se preocupan por charlar con ellos de manera interesante, atractiva e innovadoras como el streaming, haciendo un video para ser enviado e incluso charlan en tiempo real pero a través de un móvil, una tableta o un ordenador. Solo se trata de poner en acción la intensión y la charla sucederá.

Los padres que dan tiempo de calidad a sus hijos son aquellos que cuando están siendo consumidos por el whatsap o las redes sociales justo en esos instantes se rescatan para buscar algo constructivo en la red para su hijo o hija, cuando encuentran algo interesante, educativo, relajante o creativo lo envía por el mismo que medio que lo (a) tenia atrapado (a). Son padres que saben dar tiempo de calidad para ser enviado a niños o niñas de manera automática.

Los padres que dan tiempo de calidad a sus hijos son aquellos que al llegar a casa saludan a los niños sacando desde sus profundidades un abrazo, un hola, un beso, un apretón  de manos, una mirada…son padres que saben dar amor en cuestión de segundos a un niño o una niña.

Tiempo de calidad es sentarte con un niño o una niña por unos instantes para charlar, charlar lo que gustes. Y para que los niños se interesen en hablar contigo, será vital que sean ellos quienes hablen y tu escuches. Un niño que quiere charlar contigo es porque sabe que lo dejas hablar, la gran hazaña para ti será -escuchar a los niños- El objetivo sera iniciar la charla y dejar que el niño o la niña continúen, durante en ese tiempo proponte hablar lo mínimo de hecho tu reto será escuchar cada palabra que va emitiendo tu hijo o hija, escuchar con todos tus sentidos es realmente invertir un tiempo de calidad por mínimo que sea.  


martes, 12 de diciembre de 2017

Grafomotricidad














Reflexiones acerca de la escritura

  • Cuando preguntan los niños elaboran ideas, así que asegúrate de responder cuando te pregunten.
  • Los niños tratan de comprender para apropiarse de eso que están aprendiendo.
  • Cuando los niños perciben la aprobación del adulto les produce confianza para seguir intentándolo.
  • Es muy normal que el niño pregunte acerca de esas marcas escritas que está aprendiendo pero sobre todo se refuerza su aprendizaje si recibe una respuesta.
  • Todo código de escritura que rodea al niño son testimonios que le llaman poderosamente la atención.
  • La cultura escrita supone mucho más que saber las letras, supone comprender, supone saber cómo se organiza la lengua escrita, como se narra, se cuenta, se informa por escrito, se pide, se agradece, se solicita, se felicita por escrito, supone comprender como son los objetos creados por la cultura escrita.
  • Cuando el niño (a) descubre que se puede ser también por escrito establece un primer vínculo sobre la escritura. Tanta es la carga afectiva de la escritura del nombre propio que no es extraño mirar a un niño (a) acariciar su nombre, abrazar su cuaderno donde lo escribió e incluso besarle.