viernes, 19 de mayo de 2023

Aprender es divertido!

Aprender es el juego mas fabuloso de la vida y el mas divertido. Lamentablemente destruimos tan valioso recurso al forzar, someter u obligar a aprender a niños y niñas. Ante tales circunstancias ¿quién desea jugar a aprender? Todos los niños nacen con tal inocencia que, de jugar con ellos a aprender, así sean complejos e impredecibles aprendizajes descubririan por ellos y ellas lo fabuloso, difícil, complicado y hasta divertido que es aprender, y no es una disparidad lo que afirmo, es hecho porque gracias al experimentar lo fácil o complicado que significa aprender descubren como esforzarse, concentrarse y hasta habilitarse. Juegan al aprender. Desafortunadamente algunos niños no aprenden esta lección y continúan por la vida creyendo que aprender es divertido mas no hallan lo divertido por ningún lado, sollozan por lo complicado que les resulta aprender, se enfrentan al conflicto cognitivo y no hallan el juego del que les hablo mama llegan a ser adultos y ante tales experiencias no desean volver a  saber nada del aprender. Como tambien hay niños que desde pequeños aprendieron a esforzarse, a canalizar su energía para concentrarse, a intentarlo una y otra vez hasta el punto de frustrarse y recuperarse para volver a intentarlo, a sacar fuerza de voluntad hasta el grado de llegar a decir; comprendí, entendí. Así es como surgen los genios. Hemos supuesto que los niños odian aprender básicamente porque a la mayoría les ha disgustado la escuela e incluso la han despreciado. Nuevamente hemos confundido la escolaridad con el aprendizaje. No solo se aprende en la escuela, como tampoco todos los niños que están aprendiendo lo hacen en la escuela. Aprender es divertido, lo crean o no los adultos, y todos los niños pequeños lo saben. Cuando son bebes desean aprender todo, quieren aprender de inmediato, y como no tienen juicio aprenden todo con una fina imparcialidad asi es como el aprendizaje resulta un juego, una deliciosa aventura ludica, quien enseña percibe la dignidad de un niño, no se siente superior a el o ella, es un padre o una madre que saben respetar un cerebro infantil, no imponen, acercan alternativas, un ejemplo de ello son las matemáticas. Extrañamente, las matemáticas que a los adultos les parece difícil de aprender, para un niño de un año de edad son de lo más fácil y divertido.
Para que los niños pequeños perciban la realidad del uno (1) que en realidad es:
Solo necesitamos mostrarle al niño el concepto:
y decir, “esto se llama uno”
En seguida le presentamos el concepto:
y decimos, “esto es dos”
Después presentamos el concepto:
y decimos, "esto es tres"
A una mente adulta al presentar el concepto: 
por lo general se sorprende.
y si le mostramos esto:
buscara el simbolo para dar una respuesta.
Cualquier niño normal de un año de edad, a quien no se le haya enseñado a reconocer los simbolos antes de reconocer los conceptos al presentar esto dira con una rapida mirada que es 40.
Un adulto al ver esto inmediatamente dira que es 27.
Los niños no son engañados, cualquiera que sea la forma en que se les presenta el concepto, solo ven la verdad.

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