Adaptación: acoplando
el cuerpecito a un nuevo mundo.
La recién llegada del bebe le
exige en primera instancia generar movimientos externos para el desarrollo de
su cuerpecito. Es por ello que la actividad del día le sugiere voltear
ocasionalmente al bebe boca abajo durante sus periodos de vigilia. Estando
en esta postura le sugiero estimular su cabecita acercándole un pañuelo de
papel a su rostro de tal forma que roce ligeramente sus mejillas para que
voltee por sí mismo con ello estará fortaleciendo el cuello y la cabeza del
bebe. Que el corazón de un nuevo ser que habita su vida diaria invada su hogar espiritual de “tolerancia y amor":
virtudes universales del SER HUMANO
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