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miércoles, 20 de noviembre de 2019

Inseguridad


La inseguridad es aquella forma de miedo caracterizada por una situación indefinida de sentimientos de angustia, ansiedad y aprensión.
La inseguridad es un sentimiento general hacia todo lo que provoca miedo al niño.
El niño inseguro adolece de falta de confianza en sí mismo (a) se siente inadaptado o no querido y como resultado es mucho más vulnerable a cualquier conflicto de tipo emocional. También es inquieto, habitualmente susceptible, aprensivo e inclinado a la duda en el momento de decidir. La inseguridad impide dar una respuesta adecuada a un problema o a una situación, se refiere a la incapacidad para actuar mientras que en la ansiedad se tienen más en cuenta las respuestas de miedo.
Las causas de la inseguridad surgen como efecto  del rechazo por parte de los padres, el niño no recibe la atención y el cariño que espera de su madre o padre y puede interpretarlo como una forma de rechazo. Lo mismo puede suceder cuando los padres trabajan durante todo el día y dedican poco tiempo a los niños.
Padres dominantes. Otros niños sienten inseguridad por la forma en que sus padres los controlan. Algunos padres regulan detalladamente cada uno de los aspectos del desarrollo del niño y no le permiten la más mínima decisión personal respecto a sus propios deseos o expectativas.
Padres perfeccionistas y supercríticos. El padre o la madre inseguro (a) se ve impulsado con frecuencia a considerar a sus hijos como si debieran estar en la cumbre de la perfección aun cuando los niños se encuentren en la infancia más temprana.
Situaciones de inestabilidad en el hogar. Otros casos de inseguridad se desarrollan a partir de unos padres inmaduros; padres que van de trabajo en trabajo, de ciudad en ciudad y no consiguen dar un medio estable y seguro a su hogar, normalmente inducen en sus hijos sentimientos de inseguridad, el niño requiere de estabilidad y confiabilidad respecto al medio donde se desarrolla.
Disciplina cruel y dura. En algunas ocasiones, los padres pueden infringir a sus hijos castigos físicos lo suficientemente serios como para que los niños se sientan duramente tratados tanto mental como físicamente.
Padres demasiado indulgentes y sobreprotectores. Algunos padres, y quizá de modo especial las madres, provocan en el desarrollo del niño (a) un contexto excesivamente blando. Un niño se desarrolla de forma saludable y adaptada cuando de forma gradual aprende a enfrentarse y a comportarse en situaciones propias de los adultos, si los padres impiden o frenan su integración en el mundo de los adultos cuando los niños se encuentren en una situación nueva se sentirán inseguros e incluso temerosos.
Comparación desfavorable con los hermanos. La comparación de unos niños con otros es causa frecuente de sentimientos de inseguridad. Algunos padres intentan motivar al niño para que mejore su comportamiento, rendimiento o aprendizaje a través de comparaciones con sus hermanos, valorando las cualidades de estos y desvalorizando a él o ella.
Inconsistencias de los padres.  Un niño es más feliz cuando sabe lo que se espera de él o ella, algunos padres sin embargo son inconsistentes en el trato a sus hijos, es decir un día son permisivos y otro día son severos.
Padres miedosos e inseguros. Cuando los mismos padres son temerosos e inseguros, es natural que engendren modelos semejantes. En gran parte la inseguridad presente en jóvenes o adultos se debe a que en la infancia aprendieron dichos sentimientos de sus padres.
Ausencia de los padres. Algunos niños se han educado sin uno o ambos padres aunque sin duda pueden lograr mantener una adaptación normal. Cuando un niño (a) permanece con uno de los padres puede ocurrir que se sienta apartado o por el contrario mimado y sobreprotegido puede incluso preguntarse qué le sucederá si el único padre o madre que le queda muriera lo cual le produce inseguridad.

Lo primero que hay que hacer, una vez determinado el origen de la inseguridad en el niño (a), es intentar modificar el ambiente familiar del niño para que dichas causas no solo intervengan sino que puedan ser transformadas en factores creadores de un ambiente acogedor y favorable. Todas las causas de la inseguridad ya mencionadas necesitan una atención muy cuidadosa para constatar o ver cuál de ellas es la más influyente y así poder darle el tratamiento adecuado. Cuando el niño va integrándose en un medio familiar y social transformado poco a poco su inseguridad ira disminuyendo.

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