La inseguridad es aquella forma de
miedo caracterizada por una situación indefinida de sentimientos de angustia,
ansiedad y aprensión.
La inseguridad es un sentimiento
general hacia todo lo que provoca miedo al niño.
El niño inseguro adolece de falta de confianza en sí mismo (a) se siente inadaptado o no querido y como resultado es mucho más vulnerable a cualquier conflicto de tipo emocional. También es inquieto, habitualmente susceptible, aprensivo e inclinado a la duda en el momento de decidir. La inseguridad impide dar una respuesta adecuada a un problema o a una situación, se refiere a la incapacidad para actuar mientras que en la ansiedad se tienen más en cuenta las respuestas de miedo.
Las causas de la inseguridad surgen
como efecto del rechazo por parte de los
padres, el niño no recibe la atención y el cariño que espera de su madre o padre
y puede interpretarlo como una forma de rechazo. Lo mismo puede suceder cuando
los padres trabajan durante todo el día y dedican poco tiempo a los niños.
Padres
dominantes. Otros niños sienten inseguridad por la forma en que sus padres
los controlan. Algunos padres regulan detalladamente cada uno de los aspectos
del desarrollo del niño y no le permiten la más mínima decisión personal
respecto a sus propios deseos o expectativas.
Padres
perfeccionistas y supercríticos. El padre o la madre inseguro (a) se ve impulsado
con frecuencia a considerar a sus hijos como si debieran estar en la cumbre de
la perfección aun cuando los niños se encuentren en la infancia más temprana.
Situaciones
de inestabilidad en el hogar. Otros casos de inseguridad se desarrollan a
partir de unos padres inmaduros; padres que van de trabajo en trabajo, de
ciudad en ciudad y no consiguen dar un medio estable y seguro a su hogar,
normalmente inducen en sus hijos sentimientos de inseguridad, el niño requiere
de estabilidad y confiabilidad respecto al medio donde se desarrolla.
Disciplina
cruel y dura. En algunas ocasiones, los padres pueden infringir a sus hijos
castigos físicos lo suficientemente serios como para que los niños se sientan
duramente tratados tanto mental como físicamente.
Padres
demasiado indulgentes y sobreprotectores. Algunos padres, y quizá de modo
especial las madres, provocan en el desarrollo del niño (a) un contexto
excesivamente blando. Un niño se desarrolla de forma saludable y adaptada
cuando de forma gradual aprende a enfrentarse y a comportarse en situaciones
propias de los adultos, si los padres impiden o frenan su integración en el
mundo de los adultos cuando los niños se encuentren en una situación nueva se sentirán
inseguros e incluso temerosos.
Comparación desfavorable con los hermanos. La
comparación de unos niños con otros es causa frecuente de sentimientos de inseguridad.
Algunos padres intentan motivar al niño para que mejore su comportamiento,
rendimiento o aprendizaje a través de comparaciones con sus hermanos, valorando
las cualidades de estos y desvalorizando a él o ella.
Inconsistencias
de los padres. Un niño es más feliz
cuando sabe lo que se espera de él o ella, algunos padres sin embargo son inconsistentes
en el trato a sus hijos, es decir un día son permisivos y otro día son severos.
Padres
miedosos e inseguros. Cuando los mismos padres son temerosos e inseguros,
es natural que engendren modelos semejantes. En gran parte la inseguridad
presente en jóvenes o adultos se debe a que en la infancia aprendieron dichos
sentimientos de sus padres.
Ausencia
de los padres. Algunos niños se han educado sin uno o ambos padres aunque
sin duda pueden lograr mantener una adaptación normal. Cuando un niño (a) permanece
con uno de los padres puede ocurrir que se sienta apartado o por el contrario
mimado y sobreprotegido puede incluso preguntarse qué le sucederá si el único padre
o madre que le queda muriera lo cual le produce inseguridad.
Lo primero que hay que hacer, una
vez determinado el origen de la inseguridad en el niño (a), es intentar
modificar el ambiente familiar del niño para que dichas causas no solo intervengan sino que puedan ser transformadas
en factores creadores de un ambiente acogedor y favorable. Todas las causas de
la inseguridad ya mencionadas necesitan una atención muy cuidadosa para
constatar o ver cuál de ellas es la más influyente y así poder darle el tratamiento adecuado. Cuando el niño va integrándose en un medio familiar y social
transformado poco a poco su inseguridad ira disminuyendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por dejarme tus comentarios