miércoles, 25 de septiembre de 2019

Angustia - Ansiedad


La angustia es normal, tan normal que en cuestión de instantes desaparece en el niño (a) en especial si encuentra un soporte emocional reconfortante a sus problemas pero si esa angustia se torna intensa y constante la ansiedad se presenta.
La vulnerabilidad genética, causas biológicas, experiencias de vida, contextos sociales o familiares son algunas de las causas que propician la angustia en los niños lo cual es inherente a experiencias, periodos de desarrollo y en tanto esta angustia no se torne patológica la ansiedad no sucede.
La ansiedad es un estado emocional desagradable constante y latente, acompañado del miedo hacia algo preciso o impreciso que se siente como amenazador.
Aprensión y preocupación son características que identifican la ansiedad en los niños.
El niño ansioso constantemente está preocupado por su futuro por las pequeñas equivocaciones o errores que ha cometido, por lo problemas que de alguna manera cree que amenazan su futuro.
La ansiedad en los niños es el resultado de inadecuación e inferioridad 
Cuando dosis considerables de ansiedad en niños y niñas se llega a gestar dentro del hogar abra que aceptar que algo no anda bien con el trato hacia ellos.


El miedo en los preescolares


Durante la infancia surgen los miedos a distintos eventos o situaciones como los animales, la lluvia, los relámpagos, la obscuridad sensación que resultan ser muy normal en ellos ya que no hayan explicación al porqué suceden pero si les das una explicación de manera sencilla y clara e incluso basta con decirles que es normal, que es la naturaleza serán sencillas palabras que disminuyen  la angustia en ellos y se van familiarizando con todo tipo de eventos de la naturaleza. De no llegar a prestar atención a este tipo de miedos, ignorarlos o mirarlos como trivialidades el miedo se agudiza corre el riesgo de  convertirse en ansiedad. Sería lamentable que no prestaras atención a las pequeñas o grandes preocupaciones que manifiestan los niños en el curso de su desarrollo porque cuando no cuentan con un soporte emocional que los escuche o les dé un paliativo para sentirse seguros ante la desestabilización que les provoca el miedo ellos tienden agudizar la ansiedad. Muchas veces no hay necesidad de hablar tu sola compañía desvanece tan desagradable sensación que provoca el miedo. Un acompañamiento que impregne los sentidos del niño (a) de seguridad bastara para diluir toda angustia que vivan por muy inexplicable que esta sea. La próxima vez que mires miedo en ellos no lo veas como trivialidad o una tontería míralo como una oportunidad para fortalecerlos anímicamente.

Preocupaciones en los escolares


Durante la etapa escolar las preocupaciones aparecen en niños y niños efecto del desempeño escolar, resolución de problemas, falta de integración e incluso las responsabilidades hogareñas suelen ser motivo de preocupación en ellos. Cuando los escolares enfrentan preocupaciones que no sabe cómo resolver se torna en angustia y de ser constante se tornara en ansiedad. Equivocaciones, aprendizajes o responsabilidades suelen ser los principales factores que desencadenan las preocupaciones en los niños pues conocen el efecto que tendrán frente a sus padres o maestros. Hablo de las reacciones, sanciones o reprimendas que recibirán si se llegan a equivocar en algo, hablo de lo que les espera en casa si no aprenden, saben qué sucederá si no cumplen con sus deberes. Hablo del cómo reaccionas frente a las equivocaciones de tu hijo (a) si tu reacción es de búsqueda de soluciones ante cualquier equivocación para mostrarle como se repara, reinicia o se vuelve a intentar aquello en lo que se equivocó pues felicidades porque es una actitud que disminuye las preocupaciones en ellos y garantiza la calma y la búsqueda de nuevas alternativas, una actitud que no deja al niño (a) con un sentimiento de devaluación porque se equivocó. Por otro lado cuando el aprendizaje es motivo de preocupación en ellos mayor énfasis abra poner en ello, porque no resulta fácil saltar un rezago de escolar, si el niño no comprende, no entiende o no pone atención no lo solucionaras con decirle que debe aprender porque si no lo logró al primer intento no tiene caso refrendar algo que ya sabes. La reacción idónea es colaborar con ellos,  enseñarles diferente, buscar salidas a aquello que no comprenden porque de no hacerlo las preocupaciones que les cause su aprendizaje se tornaran en ansiedad y te aseguro que si de algo padecen los escolares es de la ansiedad cuando algo no comprenden, es vital que pongas en acción búsquedas pedagógicas para que ellos aprendan de acuerdo a su inteligencia, sus habilidades, su carácter porque de poner en acción exigencias o advertencias tendrás garantizado el bloqueo mental y emocional en tu hijo o hija. Las responsabilidades hogareñas también suele generar preocupaciones en los niños, aunque no en mayor intensidad excepto cuando son sancionados o reprendidos por no realizar sus deberes, tú mejor que nadie conoces a tu hijo o hija cuando de realizar sus deberes se trata solo deseo sugerirte que si aplicas la sanción o el castigo ante el incumplimiento de sus deberes resultará nocivo porque imprimirás en su memoria el laceramiento para obedecer pero sí sustituyes el castigo por otro tipo de reacción que no lacere te aseguro que el niño (a) aprenderán a realizar sus deberes. Y me preguntaras; -y como lo hago- a lo que responderé; solo tú te conoces, sólo tú sabrás cómo lograr que los niños reaccionen a sus deberes.


miércoles, 18 de septiembre de 2019

Estimula los reflejos de tu bebe


  • Toca las palmas de las manos de tu bebe para que te tome el dedo y jale hacia ti.
  • Toca el dorso de las manos de tu bebe para propiciar los siguientes movimientos; abrir, cerrar, agarrar.
  • Acerca un juguete a tu bebe para que lo agarre.
  • Jala ligeramente el juguete para que haga fuerza tu bebe y lo sostenga, primero con una mano y después con otra.
  • Dale al bebe dos juguetes, fáciles de agarrar para que los tome uno con cada mano, luego ofrécele un tercer juguete para que suelte uno y tome otro.
  • Acerca tu rostro al rostro del bebe y háblale suavemente, cuando hayas captado su atención ve subiendo el tono, después bájalo, repite rítmicamente.
  • Acerca al bebe dos objetos de distinto color y propicia la elección.