domingo, 30 de junio de 2019
martes, 11 de junio de 2019
Características motrices de 4 meses
A
partir de los cuatro meses se observa una curva en el crecimiento del bebé. El
niño (a) ha ido creciendo desde el fondo de su cuna protectora y en los tres
próximos meses hará progresos sorprendentes. De la posición “sentada con
sostén” avanza a las primeras etapas de “sentarse solo”. Agarrara y manipulara;
vocalizara versatilmente y mostrará una creciente capacidad para distraerse
solo mediante el juego. Su sistema motor visual ha hecho enormes progresos;
puede no solo seguir con la vista su propia mano, sino fijarla sobre mama o
papa. El rápido desarrollo de la cabeza y de la coordinación óculo manual va en
coordinación con el desarrollo de toda su musculatura. El tronco todavía se
hunde, pese a la ayuda de una banda de sostén. Hacia las 24 semanas el tronco será
más fuerte, lo cual significa que su musculatura abra adquirido movimiento más
funcional con el sistema nervioso central.
Características motrices de 6 y 7 meses
A
las 28 semanas el niño se haya cronológica y evolutivamente en una etapa
intermedia en camino hacia el completo dominio de la posición erguida. A las 56
semanas podrá pararse perfectamente sin ayuda; a las 28 semanas se sienta sin
ayuda pudiendo mantener erguido el tronco quizá hasta un minuto entero. Ha
alcanzado mayor habilidad para prensar con la mano un objeto pequeño o pasarlo
de una a otra mano. La coordinación ocular se halla más avanzada que la manual.
Puede percibir una cuerda, pero es incapaz de tirar de ella, sigue una bolita
con la vista pero cuando quiere asirla no lo logra. En el trimestre anterior la
cabeza se había vuelto más activa, en
este toca el turno de las manos. Cuando ve un objeto se apodera de él, tienta
los bordes y la superficie, al tiempo que lo aprieta; se lo lleva a la boca,
donde nuevamente experimenta sus cualidades, se lo saca; lo mira, al tiempo que
se lo saca; lo hace girar mientras lo mira, y mira mientras lo hace girar y
vuelve a llevárselo a la boca.
Características motrices de 10 meses
Las
cuarenta semanas marcan el comienzo del último cuarto del primer año. Las
piernas ya sostienen el peso total del cuerpo, pero el equilibrio independiente
no llegara hasta finalizar el año. El equilibrio en la posición sedente, sin
embargo, es perfectamente dominado. Estando sentado, el niño puede volverse de
costado, inclinarse en ángulos variables y recobrar el equilibrio, hallándose inclinado,
retrocede, se balancea o gatea. La conducta adaptativa refleja, a las 40
semanas, nuevos refinamientos en la mecánica de la masticación y de la
manipulación. Los labios demuestran mayor adaptación al acercarse al borde de
una taza y la lengua coopera con mayor eficacia en la regulación o expulsión de
un bocado. A las 40 semanas él bebe es
capaz de coger una miga con presión en forma de pinza. El inquisitivo dedo
índice despliega gran actividad palpando y explorando. De este modo realiza
nuevos descubrimientos en el aspecto táctil de las cosas. En presencia de más
de un objeto, demuestra tener cierta conciencia de que son más de uno.
Características motrices del niño de un año
Desde
el punto de vista del desarrollo, el primer cumpleaños representa más que una
etapa culminante, una etapa intermedia. El niño de un año gatea, y por lo
común, con gran presteza. Puede hacerlo sobre manos y rodillas o en cuatro pies
a la manera plantígrada pero pese a su pericia en el gateo no puede resistir el
impulso de levantarse sobre los pies y una vez que ha adoptado la actitud
plantígrada, ya casi está listo para pararse por sus propios medios. Puede
lograr pararse sin ayuda, pero ordinariamente no logra un equilibrio estable
hasta cuatro semanas después. Por ahora se desplaza de costado, agarrándose a algún
sostén, camina sí, pero con apoyo. Sus modos de prensión son similares a la
destreza del adulto. Su prensión fina es hábil y precisa y casi posee la
facultad de soltar las cosas voluntariamente. El componente de flexionar o asir
con las manos esta compensada con el soltar, este control le permite soltar una
pelota con ademan de lanzamiento. Él bebe de un año muestra una naciente apreciación
de la forma y el número, revela una perceptividad especial para colocar cubos
dentro de un recipiente, empieza a geometrizar el espacio y es capaz de poner
un objeto sobre otro momentáneamente. Su orientación manual respecto de las
relaciones espaciales le permite meter y sacar objetos pequeños de un
recipiente. Su conducta adaptativa refleja una nueva sensibilidad para los
modelos imitativos con lápiz y papel. Muestra progresos en el juego social con
la pelota bajo el estímulo de dame - toma.
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