martes, 11 de junio de 2019

Características motrices de 4 meses


A partir de los cuatro meses se observa una curva en el crecimiento del bebé. El niño (a) ha ido creciendo desde el fondo de su cuna protectora y en los tres próximos meses hará progresos sorprendentes. De la posición “sentada con sostén” avanza a las primeras etapas de “sentarse solo”. Agarrara y manipulara; vocalizara versatilmente y mostrará una creciente capacidad para distraerse solo mediante el juego. Su sistema motor visual ha hecho enormes progresos; puede no solo seguir con la vista su propia mano, sino fijarla sobre mama o papa. El rápido desarrollo de la cabeza y de la coordinación óculo manual va en coordinación con el desarrollo de toda su musculatura. El tronco todavía se hunde, pese a la ayuda de una banda de sostén. Hacia las 24 semanas el tronco será más fuerte, lo cual significa que su musculatura abra adquirido movimiento más funcional con el sistema nervioso central.

Características motrices de 6 y 7 meses


A las 28 semanas el niño se haya cronológica y evolutivamente en una etapa intermedia en camino hacia el completo dominio de la posición erguida. A las 56 semanas podrá pararse perfectamente sin ayuda; a las 28 semanas se sienta sin ayuda pudiendo mantener erguido el tronco quizá hasta un minuto entero. Ha alcanzado mayor habilidad para prensar con la mano un objeto pequeño o pasarlo de una a otra mano. La coordinación ocular se halla más avanzada que la manual. Puede percibir una cuerda, pero es incapaz de tirar de ella, sigue una bolita con la vista pero cuando quiere asirla no lo logra. En el trimestre anterior la cabeza se había  vuelto más activa, en este toca el turno de las manos. Cuando ve un objeto se apodera de él, tienta los bordes y la superficie, al tiempo que lo aprieta; se lo lleva a la boca, donde nuevamente experimenta sus cualidades, se lo saca; lo mira, al tiempo que se lo saca; lo hace girar mientras lo mira, y mira mientras lo hace girar y vuelve a llevárselo a la boca.


Características motrices de 10 meses


Las cuarenta semanas marcan el comienzo del último cuarto del primer año. Las piernas ya sostienen el peso total del cuerpo, pero el equilibrio independiente no llegara hasta finalizar el año. El equilibrio en la posición sedente, sin embargo, es perfectamente dominado. Estando sentado, el niño puede volverse de costado, inclinarse en ángulos variables y recobrar el equilibrio, hallándose inclinado, retrocede, se balancea o gatea. La conducta adaptativa refleja, a las 40 semanas, nuevos refinamientos en la mecánica de la masticación y de la manipulación. Los labios demuestran mayor adaptación al acercarse al borde de una taza y la lengua coopera con mayor eficacia en la regulación o expulsión de un bocado. A las 40 semanas él bebe  es capaz de coger una miga con presión en forma de pinza. El inquisitivo dedo índice despliega gran actividad palpando y explorando. De este modo realiza nuevos descubrimientos en el aspecto táctil de las cosas. En presencia de más de un objeto, demuestra tener cierta conciencia de que son más de uno.

Características motrices del niño de un año


Desde el punto de vista del desarrollo, el primer cumpleaños representa más que una etapa culminante, una etapa intermedia. El niño de un año gatea, y por lo común, con gran presteza. Puede hacerlo sobre manos y rodillas o en cuatro pies a la manera plantígrada pero pese a su pericia en el gateo no puede resistir el impulso de levantarse sobre los pies y una vez que ha adoptado la actitud plantígrada, ya casi está listo para pararse por sus propios medios. Puede lograr pararse sin ayuda, pero ordinariamente no logra un equilibrio estable hasta cuatro semanas después. Por ahora se desplaza de costado, agarrándose a algún sostén, camina sí, pero con apoyo. Sus modos de prensión son similares a la destreza del adulto. Su prensión fina es hábil y precisa y casi posee la facultad de soltar las cosas voluntariamente. El componente de flexionar o asir con las manos esta compensada con el soltar, este control le permite soltar una pelota con ademan de lanzamiento. Él bebe de un año muestra una naciente apreciación de la forma y el número, revela una perceptividad especial para colocar cubos dentro de un recipiente, empieza a geometrizar el espacio y es capaz de poner un objeto sobre otro momentáneamente. Su orientación manual respecto de las relaciones espaciales le permite meter y sacar objetos pequeños de un recipiente. Su conducta adaptativa refleja una nueva sensibilidad para los modelos imitativos con lápiz y papel. Muestra progresos en el juego social con la pelota bajo el estímulo de dame -  toma.