A los dos años el niño ya usa la
palabra mío, manifiesta interés inconfundible por la propiedad de objetos y
personas. De ahí que siendo la edad crucial del apropiarse de todo pues es
excelente para enseñarle al bebe a compartir tanto a mamá, papá o sus juguetes.
Veamos cómo hacerlo...cualquier oportunidad que se te presente para abrazar, cargar,
saludar o dar un besito a otro bebe similar a la edad de tu bebe, estando tu
bebe contigo, será una excelente demostración de lo que es compartir, de mirar como
mamá se comparte con otros, da amor a otros bebes. Quizá tu bebe te demande atención
de inmediato, pero justo ahí es donde reside la enseñanza, es ahí donde no será
saludable reaccionar a la demanda de tu bebe pues tú y yo sabemos que al bebe quizá
no le agrade que abraces a otro bebe, pues le perteneces a él o ella, luego entonces
la conducta recomendable será retornar a tu bebe con toda naturalidad sin hacer
énfasis en el evento. Por otro lado si de enseñarle al bebe a compartir sus
juguetes se trata una forma ideal sería llevarlo de paseo en especial donde hay niños de
su edad para compartir dulces, paletas o bombones lo que consideres que no
alterare al bebe que reciba el regalo e incluso pueden ser juguetitos de esos
que se utilizan para piñatas. Al tener un contacto pasajero con
otro bebe para dar, tu bebe inicia a desprenderse del sentimiento del “mío” lo preparas para compartir a muy
temprana edad y te aseguro que para cuando llegue el momento de ir a la escuela
no le costara compartir y lo más valioso es que no morderá cuando le quiten algo
o pegue porque le arrebatan sus juguetes pues está acostumbrado a dar y en
breve aprenderá también a cuidarse.
miércoles, 1 de junio de 2016
Aprender a dar a los tres años
Cuando acostumbras a un niño o una
niña a “dar” a temprana edad, para
cuando tiene tres años es un niño que se encuentra muy familiarizado con este
comportamiento pues conoce los alcances del “dar” porque se ha familiarizado
con ese sentir desde pequeñito. Y si deseas seguir reforzando este sentimiento pues simplemente llévalo a darles semillas a las palomas o a los
patos del parque lo cual es muy clásico, pero lo que es poco visto o poco común
es que un niño obsequie algo a otro niño que vive en condiciones de
desigualdad. Es decir lleva a tu hijo a dar algo a un niño que se encuentre en condiciones de desigualdad, como los niños que piden dinero en la calle, pero asegúrate de
que no de dinero, asegúrate de que obsequie una fruta, un pan, agua, cualquier
alimento para consumir le vendrá excelente al pequeñito que pide en desigualdad de condiciones. Y lo más importante
será que; por nada del mundo te atrevas a decir algo respecto de la condición
del niño que pide o del porque estos pequeñitos se encuentran en esas
condiciones en la calle, pues tu hijo no te comprenderá y lo único que
reforzaras será la desigualdad. Si lo haces porque te nace el niño aprenderá a “dar
solo por dar” desde una perspectiva de almas inocentes, sin ningún
cuestionamiento del porque la desigualdad. Si invitas a tu hijo
a dar por dar lo enseñas a comulgar
con la naturaleza humana y abra aliviado el hambre o la sed de otro pequeñito.
miércoles, 25 de mayo de 2016
La actividad motriz para niños de 3 años en adelante
La actividad motriz es natural,
innata y adquirida, es el movimiento corporal en su total pureza y estimularlo
a partir de que nace el niño es una excelente oportunidad para contribuir en su
desarrollo.
Cuando los padres se interesan por
estimular la psicomotricidad a temprana edad desde casa los niños no presentan
complicaciones motrices a medida que se desarrollan. Existen múltiples formas para
estimularla pero es importante conocer y saber que estimular y como estimular, hablando
de psicomotricidad fina y gruesa, así que veamos algunos aspectos relevantes
para tener en cuenta, si deseas participar espontáneamente en la actividad motora
de tu hijo.
Flexibilidad y hábitos para una postura correcta
La postura corporal se
estimula a partir de los tres años de manera informal o espontánea con un
mínimo de tiempo (2 minutos). Por ejemplo en cualquier momento del día puedes realizar
una de las propuestas que te comparto; caminar en punta de pies y luego en el
talón, estando sentado encorvarse con los brazos y la cabeza abajo para enderezarse
situándolos arriba, acostado boca arriba hacer una bola con el cuerpo y luego
extenderse completamente con los brazos en arqueo…. elige una opción para
ejecutarla con tu hijo a manera de juego, cualquiera de ellas llevara al niño a
ejecutar un recorrido por todo su cuerpo y tendrás mayor variedad si te apoyas
en estos ejemplos para crear más alternativas, serán excelentes experiencias corporales para
tu hijo o hija.
La coordinación
Se logra cuando se
mueven de manera simultánea diferentes partes del cuerpo. Por ejemplo: saltar y
separar los pies conjuntamente con los brazos laterales, combinar movimientos
de una o varias partes del cuerpo como el hacer cuclillas y saltar hacia
arriba, poner los brazos laterales abriendo y cerrando las manos al caminar,
entrelazar las manos en la espalda con un brazo por arriba y otro por abajo
flexionando los codos. Cualquier propuesta que elijas para realizar, una por
día y a manera de juego, mayores alternativas de madurez corporal adquirirá el
niño.
El equilibrio
En él intervienen
los receptores visuales, auditivos y vestibulares y se estimula al realizar acciones
psicomotrices en diferentes planos, distintas dimensiones, variadas alturas,
posiciones del cuerpo, y combinaciones con giros y otros elementos. La
propuesta va desde caminar en amplias veredas siguiendo una brecha hasta
caminar sobre una línea o guarnición de una banqueta que se encuentren por el
camino. Sea que estimules equilibrio dentro o fuera de casa lo importante es
generar distintas alternativas para favorecerlo en el niño.
Regulación de los movimientos
Se educa y
desarrolla al llevar al niño a sentir las diferencias entre sus esfuerzos
musculares y las acciones que le
sugieras acerca de; movimientos amplios, grandes, profundos, fuertes, suaves,
enérgicos, en espacios recorridos por él
o ella. También aplica todo aquel
movimiento que experimente el niño respecto a; lejos-cerca, alto-bajo,
grande-pequeño, largo-corto, estirarse-agruparse, además de distintas formas de
transcurrir el tiempo respecto a lo actividad motriz que le sugieras respecto a;
más-menos, rápido-lento, despacio, breve, rítmico, moderado.
Cualquiera de estos
aspectos que decidas estimular provocan en el niño un sistema causa-efecto y lo más valioso es que contribuyes, además de
su desarrollo corporal, en sus primeros esquemas de pensamiento y es el origen
de la madurez cognitiva que tanto anhelan
los padres para sus hijos. Mira un ejemplo sencillo; -si rebota la pelota
fuertemente contra el suelo- (energía), se mueve rápido (tiempo) y llega muy alto
(espacio) hay una relación, existe una relación, otro ejemplo; -si rebota la
pelota lentamente contra el piso- (suave) se mueve lentamente (tiempo) y salta
muy bajo (espacio) generas una nueva relación para experimentar con una pelota.
Luego entonces todo aquello que te propongas e inventes para estimular cualquiera
de los criterios que te he compartido favorece en tu hijo pensamiento y
actividad motriz.
La orientación
espacial
Se logra a partir
del conocimiento del propio cuerpo del niño y por puntos de referencia
relacionados con él, realizándose básicamente por indicaciones verbales, tales
como pon los brazos arriba y abajo, salta dentro o fuera de un aro, camina
hacia un lado o al otro, párate frente a
mamá o de espalda, corre entre líneas, corre alrededor del árbol como haciendo
círculos, salta al frente o atrás, a un lado, con giro, corre y a una señal te
detienes, toca las partes del cuerpo que te digo, etcétera. Elije cualquiera de
las opción que te he compartido o bien crea nuevas alternativas para jugar con
tu hijo, lo importante es ubicarlo en su espacio, además de promover noción
espacial lo ayudaras a reconocer su esquema corporal ubicado en un espacio.
Te he compartido
cinco aspectos básicos de la actividad psicomotriz tú decides que poner en
practica con el niño, todo ello en función de estimular su cuerpo, espacio y tiempo.
miércoles, 18 de mayo de 2016
Aprender a leer
El niño comienza a leer al alcanzar
cierto grado de madurez; la fase de la lectura sobreviene una vez formada la
capacidad de hablar, de expresarse y de comprender el lenguaje que se habla en
casa. La lectura es una nueva forma de comprensión verbal que el niño adquiere
cuando ha logrado cierto grado de madurez mental y emocional. Para los niños
leer es adentrarse a un mundo de signos que también hablan y para que eso
suceda deberán pasar incontables sucesos para descubrir el sentido de leer.
La lectura es la percepción de símbolos gráficos con valor significativo, así lo sabemos quiénes poseemos esta habilidad. Al igual que en la percepción cotidiana, la percepción de la lectura pasa por distintas fases para llegar a comprenderla, de ahí la importancia de tener bien presente dichas etapas para que no transgredir al niño al pedirle que lea rápido, bien y sin tropezar con las letras, mira como sucede cada fase;
La lectura es la percepción de símbolos gráficos con valor significativo, así lo sabemos quiénes poseemos esta habilidad. Al igual que en la percepción cotidiana, la percepción de la lectura pasa por distintas fases para llegar a comprenderla, de ahí la importancia de tener bien presente dichas etapas para que no transgredir al niño al pedirle que lea rápido, bien y sin tropezar con las letras, mira como sucede cada fase;
Fijar
o adherir la letra al objeto. Es decir dar un significado a las letras para
asociarlas a algo.
Atender
el campo de percepción. Es decir el niño deberá poseer suficiente madurez
para ubicarse en distintos planos gráficos, seguir las reglas de dirección, seriación y
separación en un estrecho espacio.
Percepción
objetiva –exploración y fijación- Es decir el niño deberá adquirir la
habilidad de percibir las letras, asociarlas al objeto, explorar sus distintas
representaciones, fijarlas de acuerdo a las reglas convencionales de la lectura
y emitir un significado.
La lectura no es un simple
conocimiento de signos aislados, por su abstracción están fuera del mundo
comprensivo y vivo por lo que el cerebro de tu hijo deberá atravesar múltiples
pruebas para aprender a leer. Las letras en si tienen escaso valor de imagen y
son un tanto fantasmáticas, las palabras por el contrario poseen fisonomía
propia, valor imaginativo en relación con los objetos, nos permiten confrontar
datos lingüísticos con objetos y hacer representaciones escritas. De ahí que
aprender a leer para el niño resulta abstracto y complejo pues su
cerebro deberá alcanzar niveles abstractos para comprender las letras
por ello cuando enseñas a leer a un niño le resulta más comprensible iniciar
por la palabra que por la letra.
La lectura supone una exploración
de conjunto de múltiples letras, un ir y venir recomponiendo diversos
fragmentos. La lectura se torna fácil cuando al mirar, se reconocen y
comprenden palabras, frases u oraciones asociadas a una imagen. El paso de
confirmar y afirmar la palabra asociada a una imagen genera experiencias de
aprendizaje en el niño llevándolo en primera instancia percibir el total de
letras englobadas en un significado para después comprender lo que quiere decir
ahí… donde lee. Muchas veces el niño solo emite intentos de lectura, tratando
de leer pero carece de sentido lo que lee, el mismo no comprende lo que está
diciendo aún le falta descubrir que la lectura es movimiento en distintos
espacios, en un sentido concreto, en una especial orientación. Lo escrito es una lengua convertida en percepción visual, una percepción que
inicialmente hace pensar en simples signos y después en palabras que a su vez
hablaran de cosas, acciones, relatos, hazañas. Si bien la lengua hablada nos
envuelve, los escritos permanecen, la lectura se confirma por escrito de ahí la
importancia de generar suficientes experiencias de comprensión en el niño sin
apresurarlo o urgirlo para que lea, tengamos en cuenta que su cerebro está atravesando
por una metamorfosis al descubrir signo a signo para ser transformados en
palabras y darles significado.
Cuando un niño atraviesa por este proceso con suficiente confianza ten por seguro que lograra leer y disfrutara de una buena lectura pues a su cerebro no experimento bloqueos emocionales.
Cuando un niño atraviesa por este proceso con suficiente confianza ten por seguro que lograra leer y disfrutara de una buena lectura pues a su cerebro no experimento bloqueos emocionales.
Leer supone...
"Descubrir que los signos hablan"
"Tener la capacidad de expresarse,
de hablar, de transmitir lo que signos y códigos quieren decir al unirse
armoniosamente"
Poseer la capacidad suficiente de
percepción para no perder de vista; el surgimiento,
la colocación e interpretación de las
letras que constituirán las palabras, las frases, los relatos, la poesía…
"El descubrimiento de códigos,
letras, combinaciones, sonidos, interacciones mediante experiencias"
"Empatia y respeto hacia lo que el
niño lee pues es su garantía de confianza para comprender lo que lee”
miércoles, 11 de mayo de 2016
Comer por comer no es saludable
La alimentación de los niños no
solo es comer por comer, va más allá de los cuadros alimenticios sugeridos por los expertos, conlleva
comportamientos ocultos, evidentes o desapercibidos justo al dar de comer al
niño. Comportamientos que definitivamente impactan en la ingestión de los
alimentos tanto en niños como en padres cuando de alimentar a sus hijos se
trata. Así que veamos el origen de la alimentación, sus posibles trastornos y
conductas que se llegan a presentar tanto en niños como en los padres al
alimentar a sus hijos.
La alimentación sucede al nacer él
bebe, ahora deberá alimentarse por sí solo, ha salido del útero de la madre donde
fue alimentado y protegido durante nueve meses, empezara su larga travesía que
durara por el resto de su vida es decir tendrá que; valerse por sí mismo y su primera tarea será alimentarse. Luego
entonces; si alimentarse a partir del nacimiento es un suceso casi automático el
cual se da mediante reflejos simples es decir; busca, voltea, sigue el pecho o
la mamila etcétera, para cuando tenga 2 o 3 años alimentarse será una experiencia
de verdaderos cambios. Situación que crearan en él bebe sus primeras relaciones
con el mundo externo, aunque aún no sea una auténtica relación con mamá o papá pues
recién inicia a familiarizarse con lo que le rodea. Es derivado de esta relación
que se denotan ciertas conductas tanto del bebe como de la madre por ejemplo;
A los ocho días el niño responde a
señales propias de la alimentación. Vuelve la cabecita hacia el pecho de mamá
si lo tomas entre tus brazos.
Para el segundo mes de vida tu bebe
ya conoce la señal de la comida.
Cuando va a cumplir tres meses
reacciona ante la presencia del adulto que se le acerca y llora si tiene hambre.
Es hasta aproximadamente los 2 años
cuando el niño ya distingue entre la madre y el alimento además su relación
entre ambos se va afianzado. A partir de ahora la alimentación del niño se
tornara altamente variable e impredecible pues se da una transición, es decir
de estar familiarizado con los líquidos, ahora él bebe formalizara su alimentación
pasara a conocer, masticar, deglutir, saborear los alimentos y aun cuando lo
hayas iniciado a comer sólidos mucho antes, entre los 6 u 8 meses, la leche tenía
mayor presencia como alimento. Es a partir del año cuando el niño se ve involucrado
en la formalidad alimenticia y sumado a ella una serie de conductas van surgiendo a la par que deberá
alimentarse por sí solo. Conductas de agrado, desagrado, complacencia, rechazo,
habilidades, destrezas y por si esto no fuera poco tu bebe deberá adaptarse a
quien le da de comer es decir la relación entre madre e hijo se afianza, sea
buena o sea mala. Ahora es cuando los padres o bien empiezan a lidiar con la
hora de la comida o bien el dar de comer al niño es algo natural. La alimentación ha pasado de ser una actividad
oral a ser un momento formal. Se involucra al bebe con el resto de la familia, en
horarios, tipos de comida, costumbres, conductas etcétera situaciones
que muchas veces pasan desapercibidas por los padres y que son generadores de problemas
o trastornos alimenticios en los niños. Es decir no se percatan que ante un
cambio de alimentación surgen múltiples conductas de tipo biológico o psicológico
tanto en el niño como en los padres.
Durante esta etapa también se llegan
a generar actividades motrices
importantes en el niño después de que deja el biberón mismas que puede llegar a
convertirse en severos trastornos. Se puede tratar de la succión del
pulgar, succión de los dedos, succión de la parte dorsal de la mano o la succión
de objetos como su sabanita. El succionar produce en el niño una descarga de
tensiones o placer lo cual parece deberse a un retraso madurativo en el niño, situación
que es muy normal hasta cierta edad y por lo general decrece por alrededor de
los 2 años, de persistir esta conducta se convierte en trastorno que puede ir más
allá de los 5 años.
Entre los 2 o 3 años el niño va
desarrollando una especie de imaginería asociada a la alimentación, es decir el niño ve al alimento como una
fuente para incorporarlo a su cuerpo, haciendo al objeto como una parte de sí
mismo. Por ello si un niño tiene una experiencia de mirar como muere un pollito
y luego le das de comer pollo para su pequeña mente será una real atrocidad.
Este es uno de tantos factores que interfieren en la alimentación de los niños
y que muchas veces vemos estas conductas
como algo normal o pasajero. Otro ejemplo refiere a un par de gemelos quienes
ahora son adultos, cuentan que cuando miraban a su madre dar el pecho a su
hermano recién nacido, a los cuatro años, pensaban que el hermanito menor, ese
a quien mamá les pedía amar, se estaba devorando a su madre así que; -como amar
a quien se come a mamá-. Así de increíble es la imaginación de los niños por
ello la prioridad de no solo centrarte en
el dar de comer por dar de comer es vital vigilar que sucede en torno al
contexto de la comida, a las experiencias
que vive el niño o las conductas de quien le da de comer, el clima hogareño que
se crea alrededor de la mesa en concreto es ingerir los alimentos con la
naturalidad del apetito, con la flexibilidad del dar de comer y sobre todo con
el permitir al niño que coma lo que le pide su organismo. Y hago especial énfasis en
no confundir el comer saludablemente, con el comer ordinariamente, aventando,
tirando, vomitando haciendo de la comida un caos, sería una situación de falta
de respeto a los alimentos.
Otro tipo de comportamiento
infantil que llega convertir la alimentación en trastorno alimenticio se
refleja cuando el niño no tiene
iniciativa, no coopera, a veces ni siquiera ingiere, se le escapa la comida por
la boca e incluso vomita lo poco que haya podido comer esto ya es un trastorno
serio el cual demanda ser tratado por un profesional. Un comportamiento muy
pronunciado en los niños es cuando reacciona de manera frontal ante la comida
con chillidos, agitación, intensa negación, rechazo, conductas de las que se vale para no comer, entablándose una
autentica lucha de la que saldrá parcialmente victorioso el niño y el adulto terminara
agotado. Bajo este tipo de situaciones se propicia una relación madre – hijo de
verdaderas crisis alimenticias y llegara a pasar un largo tiempo hasta que el
niño se acomode a las costumbres de los padres. Como también corres del riesgo
de dejar que el niño haga su voluntad con la comida o tal vez reacciones con hostilidad
la cual ira en aumento tiranizando al niño para vencer, será como entablar una
pugna entre madre e hijo dejándolos a los dos agotados y sin ganas de comer. Observas
porque es tan valioso cuidar el tipo de conductas que se generan al dar de
comer a los niños, y no solo es observarlas; es detectarlas, generar cambios y esforzarte
porque los alimentos sean un momento de comer en santa paz.
Cuando estas consiente de que la
alimentación no es una obligación, es un placer que dota al cuerpo de salud, a
la mente de serenidad y al espíritu de alegría pues obvio que la contagiaras a
tu familia propiciando una relación saludable con tus hijos al darles de comer.
Si estas atenta, abierta, alerta al dar de comer a los niños por un lado equilibras
los cuadros alimenticios y por otro aseguras a tu familiar comer como dios
manda; en santa paz. Así que la
próxima vez que des de comer a un niño pregúntate; ¿cómo doy de comer a mi familia?
De tu respuesta dependerá si provees a tu familia de una sana alimentación o
estas generando trastornos alimenticios.
Mira mas allá de la comida
- Comer es natural, tan natural como la vida misma.
- No solo el desayuno es importante, es importantísimo todo aquello que el niño consume.
- No solo se trata de comer alimentos variados, se trata de procurar una alimentación rica en conductas saludables a la hora de ingerir los alimentos.
- Si sabes qué tipo de alimentos no le agradan a tu hijo o hija, sabes respetar su organismo.
- Si generas hábitos saludables a la hora de dar de comer a los niños, no solo alimentas el cuerpo de los niños, también alimentas su espíritu.
- Las cantidades de lo que ingiere el niño están determinadas por su apetito, no por la obligación de comer.
- La flexibilidad y la cordialidad es el plato favorito que se sirve en la mesa de una familia que ama comer saludablemente.
- Las prisas y los altercados al dar de comer, solo demuestran que te preocupa más satisfacer tu ansiedad, que cuidar la salud de los niños.
- No por mucho dar de comer a un niño crecerá fuerte y sano.
- Un niño crece fuerte y sano porque tiene a su lado una madre que cuida su dieta alimenticia y emocional.
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