Cuando surja el problema
ortográfico una vez que el niño ha aprendido a escribir, se paciente al mostrarle
como emplear las letras para ello válete del juego, aprovecha las semejanzas y
diferencias de palabras para que el niño llegue a comprender las reglas
ortográfica. Es decir jueguen a escribir correcta e incorrectamente infinidad
de palabras con o sin requisitos como; caballo cabayo leche lece, casa kasa, ojos hojos, cabeza cavesa, lentes lentez entre más jueguen a
escribir errores y aciertos ortográficos familiarizaras al niño con la
ortografía.
miércoles, 10 de febrero de 2016
lunes, 8 de febrero de 2016
miércoles, 3 de febrero de 2016
Redes sociales y sus peligros
Redes sociales, chats, correo electrónico, teléfonos
móviles, webcam, juegos virtuales todos ellos ofrecen sin distinción de género
o edad “confianza y amistad” en
especial a niños y niñas. Todos ellos han entrado a tu hogar, conviven con tu
familia, son silenciosos, encuentran perfectamente como anidar en ti o tus hijos.
Quizá pensaste que al ejecutar algunas de estas prácticas te traería nuevos formas de relacionarte, comunicarte o
estar al día con el ciberespacio y es real pues gracias a ellos uno
llega a lugares inimaginables. Pero... si no analizaste o te preparaste para estar
al día de sus efectos nocivos como el posesionarse de ti, de tu pareja o tus
hijos ahora lidiaras con ellos para equilibrar su
uso. Tal vez en tu hogar se han acostumbrado a ellos y son como de la familia o quizá han tomado medidas para emplearlos como un medio que no
altera tu hogar. Sea cual el uso que des a los medios virtuales la tecnología nos acerca,
gracias a ella puedo llegar a ti y eso es
increíble. Como también es increíble
escribirte que no puedo ofrecerte mi confianza y amistad, si mi confianza
y amistad, aquella que se ofrece por toneladas en el ciberespacio pero que
resulta ser una falsedad. Ante el primer intento que hiciera para decirte; “cuenta conmigo” saltaría a la vista la
falsedad, actuación nociva que se da en la red. Quizá
me leas ruda, drástica o fría pero permíteme explicar porque lo concibo así; la
confianza es tan sagrada que no se da, fluye como el viento, toca corazones
cual energía invisible, cae cual roció sobre el rostro de quien te mira pero
jamas emplea un sinfín de palabras endulzantes para atraparte. La amistad va más
allá de encontrarnos por la red, la amistad conlleva una profunda comunión de
almas. La amistad no se ofrece al por mayor, la amistad se entrelaza cual hilos
que se imantan uniendo sentimientos y espíritus. Ambas virtudes solo pueden ser una realidad si brotan sin interés alguno, sin fin alguno,
sin mezquindad, sin maldad.
Pero que tiene que ver esto con tus hijos; tiene que ver todo, pues se han desplegado a lo
largo y ancho del mundo virtual hablándonos del
confiar, de la amistad falsedades que te hacen presa fácil
de los peligros virtuales, en especial a niños y niñas. Si un adulto no
sabe protegerse de lo nocivo en la red, como va a enseñar a un pequeñito a
protegerse. Los niños, adolescentes y jóvenes segundo a segundo caen en peligros
inminentes de la red y contrario a alarmarse, evadirlos o alejarse
de ellos es mejor conocerlos para saber como actuar. Por mucho que queramos alejarnos del peligro virtual siempre sera mejor conocerlo para evadirlo, enfrentarlo o protegernos. Es una valiosísima oportunidad para ir por
aquello que tanto anhelamos, poseemos o hemos perdido; la confianza. Si un padre
o una madre saben cómo enfrentar los peligros virtuales, sabrá enseñarle a
su hijo o hija como navegar, contrario asolarlo con interminables
recomendaciones que solo congelan la confianza.
Practicas seguras que te alejan de los peligros
virtuales:
- Eres consciente de ti cuando navegas por la red.
- Sabes cómo te comportas cuando tienes el móvil entre tus manos.
- Jamás pones como prioridad un móvil, la prioridad eres tú y tus hijos
- Conoces e intuyes el lenguaje del chat, sientes cuando los textos de alguien más conllevan intenciones de peligro y eres capaz de cerrarlos, borrarlos o ignorarlos.
- El chat no es prioridad para ti, la prioridad eres tú y tus hijos.
- Sabes perfectamente cuando estas siendo atrapada (o) por conversaciones interminables en el chat y tienes la valentía de cerrarlas.
- Una red social no tambalea tu sentir, mucho menos obscurece tu corazón si alguien dice no quererte, te ofende o busca desestabilizarte, sus intenciones solo afianzan tu confianza para sentirte increíble al alejarte de la maldad.
- La webcam o los streaming no atrapan tu cuerpo, imagen o rostro para ser multiplicados con fines nocivos.
- El ciberespacio jamas te atrapa, irrita, amenaza, mucho menos te ancla en la ansiedad porque eres consiente de ti, sabes que quien lo hace esta a millas de tu alma y espíritu.
Peligros virtuales
No se requiere ser una experta o experto para alejarse de los peligros inminentes en las
redes sociales, se requiere de una poderosa confianza y una titánica seguridad
en “uno”
para saber intuir, detectar y alejarse del peligro virtual y como tal puedes
enseñarlo a tus hijos:
- Muéstrales cómo manejar el móvil cuando se tienen mensajes nocivos. Enséñales a no tenerles miedo. Enséñales a borrarlos.
- Si tu hijo te mira en el chat, invítalo a que te mire como escribes, con quien hablas, que te dicen, que dices y si en esa charla surgen falsedades no dudes en aprovecharlas para mostrarlas a tu hijo o hija. Cuando un niño lee como es la falsedad escrita, aprende a liberarse de ella.
- Si estas en un webcam charlando con alguien muéstrale a tu hija o hijo como es platicar con otro viéndose cara a cara, pero también compártele lo vulnerable que es la webcam y el uso que mentes depravadas le llegan a dar. Más vale que sea mamá o papá quien muestre a un niño o niña el peligro que corre su cuerpo en el mundo virtual a que un delincuente abuse de tu pequeña (o).
- Enséñale como escribes un correo, pero también muéstrale como son los mails que contiene malicia desde el titulo mismo.
Todo, absolutamente todo aquello que quieras alertar
a tu hija o hijo acerca de los peligros inminentes del ciberespacio deberás conocerlos,
evadirlos y alejarte de ellos para que
el niño o la niña conozca como son, que se hace, como se comporta el peligro
virtual y como se aleja "uno" a kilómetros de ellos entonces tu hijo o hija estarán
listos para reaccionar ante peligro en la red. Entonces será un niño impregnado de confianza para alejarse, apagar, evadir o avisar
cuando alguien lo esta acosando virtualmente.
Actúa para proteger a tu hijo en el ciberespacio
De acuerdo con la UNICEF, la captación de menores en la red con
fines sexuales puede llevarse unos minutos, horas, días o meses, según los
objetivos y necesidades del agresor y las reacciones de los niños.
De acuerdo a nuestra sagacidad es mejor estar alerta para
detectar; cuando un niño no deja el móvil, tiembla cuando entra a la red, entra en ansiedad al responder
en el chat, se levanta de noche cuando todos duermen para emplear la webcam, despierta
malhumorado... Seamos más sagaces que el peligro, no podemos sentarnos a
leer cifras y cifras de niños violentados, actuemos "ya" con el niño que vive en casa
para que no sea parte de la estadística.
Técnicas contra el peligro virtual
Las técnicas que emplea el peligro cibernético es seductora, tentadora.
Quienes lo hacen se involucran a tal grado que logran convertirse en amigos de
tu hijo o hija. Les brindan confianza, llegan a conocer sus gustos, sus
conflictos consiguen sus datos personales, datos que utilizan para extorsionarlos.
Obtienen todo para estar cerca de ellos y lograr su cometido.
Que tu técnica sea equidistante a la de los delincuentes para proteger
a tu hijo en el ciberespacio. Que tu técnica sea la de mostrar a tu hijo como es
eso que hacen los delincuentes, los delincuentes que saben que no te atreverás
hacerlo, pero si lo intentas, les abras ganado terreno para proteger a tu hijo o
hija. Enséñales a los niños como se roban su identidad. Enséñales como
rescatarse si llegan a confiar en desconocidos que resultaron ser enemigos. Compárteles
que si un conflicto los aqueja y no te lo quiere contar que lo cuenten a su
corazón, a su mejor amigo pero que jamás lo cuente a un desconocido virtual por
muy amigo que se diga ser. Más vale que las técnicas para desenmascarar a la
maldad se enseñen en casa a ocultarla y poner en peligro a tu hijo o hija.
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