miércoles, 9 de septiembre de 2015

Tonos de voz para estimular al bebe

Para estimular el lenguaje de tu bebe a temprana edad es recomendable iniciarlo a escuchar discriminaciones auditivas mediante tu tono de voz a diferentes distancias.
Primera actividad
Recostado el bebe, acerca tu rostro a su carita y háblale suavemente, asegúrate que tu bebe fije su mirada en la tuya por breves instantes en tanto le hablas.

Segunda actividad                               
Él bebe recostado y tú de pie, háblale con diferentes tono de voz, fuerte, suave, agudamente y asegúrate que fije su mirada en tu rostro en tanto le hablas.

Tercera actividad
El bebe recostado y tú de pie a un lado háblale con voz normal como invitándolo para que voltee a mirarte, cambia de posición al otro lado y vuelve hablarle, asegúrate que él bebe mueve la cabecita de uno a otro lado para buscar el origen de la voz, realiza el ejercicio por breves minutos.


Tres alternativas para estimular el lenguaje del bebe las cuales puedes realizar una vez por semana, combinándolas con otras alternativas para estimular  el lenguaje de tu bebe.

Tapar y destapar juguetes

Entre el año y dos años el lenguaje se encuentra estructurando en él bebe por lo que requerirá de constantes estímulos para lograr una correcta articulación e invitar al niño a repetir palabras favorece su lenguaje. Para ello emplea de 3 a 5 juguetes procurando que el nombre de cada juguete sea de entre 1 y 3 silabas como; pez, coche, muñeco. Sienta al bebe sobre el piso y coloca a su alrededor los juguetes elegidos. Se trata de tapar y destapar uno a uno los juguetes elegidos. Es decir tapas el pez y dices su nombre al niño, destapas el pez y le pides al niño que te diga cómo se llama. Tapas el coche y dices su nombre, destapas el coche y pides al niño que te diga como se llama. Es decir; pronuncias la palabra al tapar e invitas al niño a repetir la palabra al destapar. La intención encierra un clima de sorpresa, búsqueda, atención y por supuesto lenguaje. Repite el juego varias veces será un acercamiento a pronunciar palabras simples para articular el lenguaje de tu hijo.

Armar y desarmar palabras

A partir de los tres años el niño ya se encuentra con un lenguaje bien articulado pero requerirá de ampliar su vocabulario y capacidad de comunicación, para ello juega con él o ella a armar y desarmar palabras. Apóyate con algunas tarjetas sueltas, o bien elijan de internet algunas imágenes sorprendentes para mirar.  Se trata de jugar a armar oraciones, por ejemplo si elijes un zapato, pide al niño que arme una oración con la imagen que mira como; "El señor se perdió en el zapato". Ahora pídele y ayúdale a desarmar esa misma oración como: señor, zapato, perdió. Quizá el niño omita los verbos, preposiciones o artículos  pero lo importante sera centrarlo en las palabras clave de la oración para llevarlo a articular y recordar el sentido de lo que expreso. Al realizar este tipo de ejercitamientos con tu hijo favoreces su imaginación, amplias su lenguaje y sobre todo le brindas seguridad para comunicarse contigo y con otros. Emplea de 1 a 3 tarjetas como máximo y si realiza esta actividad por lo menos una vez por semana te sorprenderá la capacidad de fluidez que puede desarrollar tu hijo.

Favorece la comunicación en el niño

Después de los cuatro cuando el niño ya lee o está en el proceso y amplias su lenguaje en la medida que le acercas estímulos que favorezcan su capacidad de comunicación como: elaborar un guion para hacer una película de su día. Solo requerirás pedir al niño que te dibuje o escriba  las escenas que vivió durante el transcurso del día, como si hiciera un rollo de película de sus recuerdos. Hechas sus escenas ahora pídele que te cuente la película. Cuando un niño es capaz de representar los sucesos más importantes vividos mediante la escritura o el dibujo para comunicarlos, amplias su capacidad de comunicación, confianza y sobre todo el niño rememora el pasado favoreciendo su cerebro.

miércoles, 2 de septiembre de 2015

Sentimiento de rechazo

Sentirse parte de la escuela o del grupo escolar es el andamiaje emocional que todo profesional busca cultivar en niños y niñas cuando asisten a la escuela, incluso como padres deseamos que nuestros hijos sean aceptados por su maestra (o) y por los niños del grupo. Bajo estos deseos se inicia el largo camino que recorrerá el niño que asiste a la escuela. Además de atender normas, límites y políticas de la escuela situación que para un niño resulta familiar cuando le han enseñado en casa como es convivir con ellas por lo que se integra fácilmente a cualquier tipo de entornos. Pero para muchos niños aun cuando conozcan el valor de respetar normas y atender las reglas de la escuela llegan enfrentar el sentimiento de sentirse rechazados por el resto de los niños y aun cuando esto nada tiene que ver con normas y reglas, tiene que ver con el sentirse parte de la escuela. Lamentablemente muchas veces no se llega a mirar lo minúsculo de las relaciones que se dan entre niños y niñas en un ámbito escolar pues este es uno de los entornos donde se origina tal sentimiento. Hablo de cuando un niño no se siente aceptado por el resto del grupo. Y cuando esto sucede es un tremendo colapso emocional para los pequeños, pues no saben como manejar este tipo de situaciones. Veamos este comentario que recibí en mi canal de youtobe
Mi hija no quiere ir al colegio me dice que le da náuseas y le duele la barriga tanto que un día la auxiliar del salón la regreso del colegio a mi casa porque comenzó a llorar, manifestando que le dolía mucho la barriga y que tenía náuseas, la llevé al pediatra le recetaron un tratamiento porque tenia inflamada la faringe, terminó el tratamiento de 6 días con descanso médico, luego no quería ir a la escuela refiriendo los mismos síntomas. Esto ya me preocupo así que comencé a indagar, a conversar con mi hija al respecto y ella me manifiesta que en el colegio nadie quiere jugar con ella, que cuando va a jugar con una niña esta la rechaza y así sucesivamente y esto sucede hace bastante tiempo, además mi hija me dice que cuando ella se acopla a jugar una niña, las otras niñas le dice algo al oído, luego las otras niñas no quieren jugar con mi hija. Luego la auxiliar del salón refiere que es una malcriada así que ayer la lleve a una consulta en psicología pero todavía no me dicen que sucede con mi hija.
Esta es una situación de como una niña tiende a somatizar las emociones. Dolor de barriga o nauseas es una clara manifestación del rechazo que siente una pequeña mente. Una niña que no halla respuesta al porque no la quieren en la escuela, recurre a su cuerpo para manifestar el dolor que siente al no ser aceptada. Además su pequeña mente no encuentra como explicar tal sentimiento a mamá. 
Respecto a lo que opina un adulto acerca de la niña, como lo leemos en este comentario, lamentablemente contrario a ayudarle la devalúa aún más. Como adultos se tiende a hablar de los niños a la ligera como si no existieran, y lo grave es que se habla de ellos aludiendo a hechos de los que no se tiene conocimiento. Se llegan a cometer atropellos emocionales al hablar devaluantemente de niños o niñas  dentro o fuera del salón de clases, como también llega a suceder en el propio hogar, situación que vulnera el estado emocional de  cualquier niño. A los cinco años los niños son capaces de discernir cuando se esta hablando bien o mal de ellos y es tal la nitidez con que lo captan que te sorprendería descubrirlo. Si piensas que no te escucha un niño cuando hablas de él, mejor reflexiona lo que vas a decir antes de hablar, pues no imaginas el daño que se causa a su alma.

Cada que un niño no quiere ir a la escuela, algo está sucediendo a nivel emocional y no puede expresártelo con palabras para estos casos recomiendo hacer lo siguiente:
  • Monitorea el estado emocional de tu hijo (a) en la escuela mediante un programa mensual.


Acude a la escuela para reportar la situación que vive tu hija o hijo

Al llevar al niño a la escuela y al salir de ella contacta con su estado emocional

Colócale en su manita, cuello o camisa algún artículo que le recuerde al hogar como una cadenita, pulsera, anillo, aretes. Deberás dárselo de manera simbólica, diciéndole que es la medalla de la confianza, para cuidarlo (a) en la escuela y que cuando sienta que no la quieren, tome fuertemente esa medalla para sentir latir su corazón, le recordara que en casa la aman, además de tenerse a ella.

Dale o cuéntale cuentos sobre valores, alivia y ayuda fabulosamente el corazón de cualquier niño para comprender este tipo de situaciones