miércoles, 7 de enero de 2015

Juguetes para bebes de 1 año


Los juguetes durante la primera etapa resultan ser objetos exploratorios. Si le das al bebe una sonaja para jugar, su primera intención será tocarla, explorarla, mirarla. La mirara tan detenidamente que sus ojitos jugaran el papel de detective. Busca que tiene, como suena, que hace y se puede pasar un buen rato explorando su juguete, y si ese juguete suena, el bebe gozara moviéndola una y otra vez para escuchar el sonido. La exploración es parte de los primeros aprendizajes en un bebe.



Cuando pones al alcance de un bebe juguetes para apilar, meter o sacar abres un abanico de alternativas para su desarrollo. Él bebe además de explorar abrirá, meterá, sacara o colocara objetos dentro de otro objeto, este tipo de acciones incrementa los estímulos que desarrollaran su pensamiento.




Obsequiar cuentos a un bebe durante la primera etapa resulta una excelente alternativa para su aprendizaje, sobre todo si son de pasta gruesa, con pocas imágenes, bien definidas y que no contenga demasiadas imágenes. Cuando consigues este tipo de estímulos para tu bebe, el niño se puede pasar un buen tiempo mirándolo, tocándolo, pasando páginas, llevándoselo a la boca, etc. Son actos que estimulan el cerebro del bebe y aunque te parezca ilógico, un cuento le brinda al niño aprendizajes abstractos, además de coordinar manitas y dedos, estimulas todo su cuerpo y está contactando con las letras, primera simbología de la lectura y escritura. 

domingo, 4 de enero de 2015

Padre o Madre

Si te propones ser un mejor padre o una excelente madre te frustraras fácilmente y tus buenas intenciones caerán al vacío. Solo se madre o padre recibiendo las alegrías, los compromisos o el cumulo de obligaciones que surgen durante la crianza, veras con mayor claridad al emprender tremenda responsabilidad.

sábado, 3 de enero de 2015

Propósitos para ser un mejor padre o una mejor madre.

Cada que iniciamos un año nuevo llegamos cargados de energía, intensiones y promesas. Damos por hecho que ahora si vamos a tomar las riendas de tremenda responsabilidad, prometiéndonos una y otra vez ser  mejores padres con nuestros hijos. Prometiéndonos que aprenderemos a escucharlos o bien que seremos más tolerante con ellos  y hasta les cumpliremos las promesas rotas. Toda una sarta de pensamientos nos asaltan pues la prioridad es ser un mejor padre o una excelente madre. Uno se siente animado y hasta preparado porque ahora si estamos listos para enfrentar lo que venga, pero tristemente no es así, y no es porque pretenda ser aguafiestas o negativa, no. La realidad es que iniciaste tus motivaciones desde el exterior, atendiendo motivos externos y me atrevo a confirmarlo porque lo he mirado una y otra vez cuando de consultar a familias se trata, familias que terminan frustradas pues ya no saben qué hacer con sus hijos cuando los problemas los asaltan sin aviso alguno y por más cambios o intentos que hagan por ser mejores padres al final terminan en crisis, frustrados porque sus propósitos no se cristalizaron, ese es el motivo del porque tal aseveración. Pero veámoslo desde otro enfoque; la crianza de tus hijos es todo un despliegue de imprevistos llámesele económicos, emocionales, educativos o culturales y ni tu ni ellos están preparados para adivinarlos, mucho menos controlarlos. Ser un mejor un padre o una excelente madre dependerá en gran medida de la capacidad que poseas para saber enfrentar las turbulencias de la crianza pues si fincas tus propósitos en factores endebles o del exterior caerá por la borda toda buena intención que te propongas. Las buenas intensiones para ser mejor padre o una excelente madre deberán ir mas allá de un propósito, pues un propósito solo es un deseo y los deseos caen fácilmente, cuando no se esta preparado para enfrentar imprevistos dejándote una tremenda frustración pues te afianzaste en intangibles pasajeros. Quizá siempre ha sido así, solo retorna un poco al pasado y recuérdate hace cinco o diez años cuando realizabas tus propósitos de año nuevo, recordaras como al final del año el ciclo volvía a repetirse o quizá me equivoque y seas de las personas que al cierre de año estas invadida de excelentes logros internos.
Ser un mejor padre o una mejor madre no requiere de buenos propósitos o intensiones va más allá de lo exterior, demanda entereza para enfrentar un sinfín de responsabilidades que te invadirán de la noche a la mañana durante la crianza de los hijos. Te exigirá estar alerta para contribuir con ellos a lo largo de su desarrollo. Te demanda absoluta sabiduría para saber qué hacer cuando todo se torne gris. Te exigirá de una economía tangible para el sustento  diario y antes estas realidades uno no puede quedarse esperanzado en buenos deseos o propósitos. Ser un mejor padre o una excelente madre se finca en la solidez para responder a la responsabilidad de la crianza, crianza que resultara cambiante segundo a segundo y será la valía que te habita la única que te garantizara el como enfrentar todo tipo cambio o imprevisto que surja en el camino de la crianza a eso le llamo;  ser  un excelente padre o madre. 

domingo, 21 de diciembre de 2014

Absurdos graficos

Para descargar las imágenes da clik sobre la imagen, clik derecho, dale guardar  y listo.






miércoles, 3 de diciembre de 2014

Pequeña tirana

Si la niña dice,  “cómpramelo”  y la madre dice, no, rompe en llanto porque te niegas a comprarlo….
Cumplir los deseos de un niño por temor a sus rabietas o de que te haga un escándalo público alimentas su tiranía y a futuro te exigirá más, le enseñas como controlarte.

Caprichitos

Si el niño dice, “Quiero la taza rosada, ¡no la azul!” y la madre ya ha servido la leche en la taza azul...
A menudo, la madre corre a servirle la leche en la taza que el niño prefiera antes de que éste comience una rabieta. Una taza sea azul o rosa en nada influye en el desarrollo de un niño, pero si impacta en sus emociones pues lo preparas para ser un manipulador a futuro.

Miedo a los hijos

Sentir miedo a los hijos es una situación que a muchas madres sucede y se agudiza a medida que los niños crecen. Sea al nacer porque tememos amamantarlo o al bañarlo porque tememos que se nos resbale de las manos tan diminuto cuerpecito. En la medida que los niños crecen el miedo sigue ahí intentando cumplir la cascada de recomendaciones que se nos han dado en la historia para criar a un hijo y si fracturamos alguna de ellas el miedo nos paraliza sobre todo cuando es el primer hijo. El miedo a los hijos tiende a acentuarse en la medida que los chicos crecen, sobre todo cuando son adolescente o adultos. Cuando son pequeños los niños saben perfectamente como dominar a mama o papa sea mediante una rabieta, cariñitos que manipulan o vociferaciones como el ya no te quiero, eres mala, te voy acusar estas y muchas otras situaciones son generadores de miedos innecesarios. Si aprendiéramos a descubrirlos no te controlarían tan fácilmente. He escuchado y leído infinidad de recomendaciones, métodos, técnicas o prácticas que hablan de como corregir a un niño sea castigándolepremiándolo, tiempo fuera y muchas otras recomendaciones que como profesional en el campo de la infancia sé que este tipo de recomendaciones solo agravan más la situación o desorientan al niño y como madre la experiencia me dice que uno es la responsable de intuir cuando estamos permitiendo que el miedo nos paralice, aquel miedo que genera un hijo y solo nosotras somo responsables de erradicarlos. La fortaleza para discernir el que hacer, intuir lo correcto e incorrecto y la sabiduría para tomar decisiones aun cuando no sean las correctas son tuyas. Si decimos que ya hemos hecho de todo y nada funciona solo proyectas que sigues la línea de otros, no haces lo que te dicta tu intuición e inteligencia, rescatándote en primera instancia a ti misma de miedos innecesarios. Y permíteme decirte que no hay nada que hacer, solo rescatarte de ese pequeño tirano que te genera miedo, esa es la hazaña, cuando te rescatas de ellos haciendo lo que te dicta el corazón descubres que no fuiste una mala madre por el contrario ellos también aprenden a respetarte y respetarse.