lunes, 18 de agosto de 2014

Comportamiento infantil

Cuando un niño sabe cómo comportarse en casa, no pega, no muerde, arrebata, roba objetos de la familia o miente, en la escuela será bien acogido por el maestro, el grupo y todos querrán llevarse con él o ella. 

Adaptación del niño a la escuela

Si en casa el niño sabe seguir indicaciones de mama o papa, del adulto en concreto. Es ordenado con sus objetos personales, colabora con la familia, se muestra independiente en sus tareas hogareñas en la escuela el niño sabrá atender al adulto, seguir sus indicaciones y se le facilitara involucrarse con el resto de los niños, es decir sabrá adaptarse a la vida escolar.

El niño y la escuela

En la escuela niños y niñas se adentran a nuevas normas, costumbres, estilos de conducta, etc. El niño estará frente a un adulto que se rige por la urbanidad, por reglamentos, por disciplina y en especial por la enseñanza. Así que el pequeño, además de ir por el conocimiento y entender al adulto de la escuela, deberá ser capaz de adaptarse en el grupo de iguales, hacer amigos, comprender la complejidad de un sistema escolar y lo fundamental del porqué va a la escuela; “saber aprender”.
Desde el instante que llevas al niño a la escuela estarás aceptando por un lado sus normas  y por otro lado sobrellevar el amplio bagaje de responsabilidades que enfrentaran tú y el pequeño al adentrarse a la vida escolar, por un lado el niño saber estudiar y por otro lado tú saber mostrarle el camino de como hacerlo. 
También es importante tener presente que cada que sale el niño de la escuela para retornar a casa, vendrá con todo una gama de aprendizajes y no solo de estudios. Tu hijo retornara a casa con aprendizajes de todo tipo, como el saber relacionarse, seguir indicaciones, estar atento, respetar a sus iguales, a los adultos de la escuela y sobre todo saber aprender.
Así que si de ser un padre o una madre que oriente al niño respecto a la escuela, será importante que no solo  te centres en el conocimiento, mira todo el espectro escolar donde involucraste a  tu hijo o hija y entonces sabrás  guiarlo adecuadamente en su vida escolar.

lunes, 11 de agosto de 2014

Fortalezas de un preescolar

El juego en la edad preescolar entre 3 y 6 años es  la base para fortalecer su primeros esquemas de pensamiento. Si le permites clasificar, ordenar, amasar, saltar, brincar, armar, leer cuentos, construir torres, jugar con arena, etc, le estaras permitiendo expandir su inteligencia.


El lenguaje de un preescolar desempeña un papel determinante en el aprendizaje, la capacidad de discernimiento, el razonamiento lógico y la iniciación de sus primeros patrones de conducta. 

Durante la edad preescolar se definen las primeras estructuras que serán los peldaños del pensamiento transductivo y el pensamiento sincretico.  Por ello resultara vital estimular sus primeras experiencias ludicas.

El preescolar

Todas las experiencias que vive un niño desde su nacimiento hasta  la edad escolar  constituyen su educación. El lenguaje que oye, las personas que le rodean le sirven de modelo para sus comportamientos, aquellas que le muestran el camino de las normas o lo limites, los libros, los medios de comunicación, las salidas en familia, todo absolutamente, todo lo que rodea al niño son sus maestros, es su escuela. La vida del niño es como su plan de estudios, la adaptación es su principal objetivo, el desarrollo se convierte en el proceso docente y el niño es el alumno ubicado en el centro del proceso.
La característica más sorprendente del medio ambiente del niño en edad preescolar es su naturaleza fortuita, no estructurada. Es decir el grandioso despliegue de aprendizaje que se va sucediendo en la medida que crece. Sus progresos desde el nacimiento hasta la edad escolar son fenomenales. Por ello parece razonable pensar, que si es tanto lo que el niño aprende durante sus primeras etapas teniendo como maestros a sus padres, su familia, cierto es que esta primera educación se multiplicara en la media que los padres vayan abriendo nuevas brecas de experiencias.
Dos entidades perfectamente identificadas por una lado la familia y por otro la escuela. Si somos capaces como padres de incrementar y formalizar la educación que damos al niño en casa, su potencial tendera a expandirse y llegado el momento de la escuela, tu pequeño estará ávido de nuevos aprendizajes.


viernes, 8 de agosto de 2014

Gatea

Antes de cumplir el año el niño ya gatea con gran presteza, puede hacerlo sobre manos y rodillas. Pero incluso pese a su pericia en el gateo no puede resistir el impulso de levantarse sobre sus pies  y cuando logra pararse por su mismo esta listo para dar sus primeros pasos, aunque aun no logra total equilibrio hasta cuatro semanas después. Así que se contenta con desplazarse  de costado, agarrándose a algún sostén, camina si, pero aun con apoyo.


Habilidades desbordándose

Por ahora el pequeñito es un ávido explorador, garabatea espontáneamente, habla en jeringonza, se expresa con ademanes, utiliza la cuchara y se pone accesorios sencillos como el gorro, se quita el zapato, un calcetín. El año es una etapa de  infinidad de habilidades desbordándose una etapa totalmente naciente.