lunes, 10 de marzo de 2014

Emociones


Sé una luz para tus hijos

Los niños no necesitan condicionamientos. Hay que ayudarles a ser ellos mismos, a ser apoyados, alimentados, fortalecidos, a mirar la vida en todo su esplendor. Un verdadero padre, una verdadera madre, unos verdaderos padres serán una bendición para el niño. El niño se sentirá seguro  y confiado con ellos, y sera su andamiaje para enraizarse en su naturaleza, para afianzarse, para centrarse; de este modo, empezará a amarse a sí mismo, empezara a respetarse.
Recuerda, a menos que una persona se ame a sí misma, sera capaz de dar amor; a menos que un niño se respete a sí mismo, sabrá respetar a los demás. Cuando nace en tu interior el amor por ti mismo, éste irradia en los demás. Primero tendrás que ser una luz para ti misma, entonces tu luz se extenderá y alcanzará a los demás, alcanzara a tus hijos.

jueves, 6 de marzo de 2014

Una cuna colorida

Rodea la cuna del bebe con imágenes, sean de él o de la familia. Solo imprime aquellas que mas te gusten, cuélgalas a la vista del bebe y charlale de quien se trata. Momentos oportunos para favorecer lenguaje y la atención, además le das colorido a su cuna y no mira siempre lo mismo. Despues de un tiempo considerable vuelve a cambiar las imágenes, para continuar estimulándolo. 

Entrenando al nene a tomar liquidos

Es importantísimo a temprana edad enseñar al niño a tomar líquidos. Cualquier día que elijas independientemente de los actos de comer, dale un poquito de jugo al niño en una tacita pequeña, para que lo tome por el mismo, en ningún momento se la lleves a la boca o se la sostengas, contrario a entrenarlo  inhibes su desarrollo, por ello sugiero muy poquito líquido. Vuelve a darle otro poquito de jugo pero ahora en una tasa grande y déjalo tomar el líquido por si solo. Recuerda no se trata de hacerlo tu, se trata de estimular las manitas del niño.  Quizá en un primer momento te demande mucha tolerancia, pero si continuas entrenando al bebe de esta manera con tazas, vasos, cilindros, etc. a futuro tu pequeño no derramara líquidos al tomarlos. 


Surgimiento de las emociones

A partir de los tres años las emociones en el niño afloran con mayor intensidad. Se inicia a familiarizar con la frustración, la ansiedad, la ira o la alegría, estados anímicos que los adultos identificamos y manejamos guiados por la valía interna. En un niño los estados anímicos afloran entre la cotidianeidad de su vida, no es consciente de ellos, a partir de los tres años se inicia a familiarizar con las emociones sean positivas o negativas, difícilmente sabrá discernirlas o comprenderlas. Surgen de la convivencia que le rodea, si es feliz dará por hecho que todo es alegría pues están siendo cumplidos sus deseos, pero si la ira lo invade será el efecto de la insatisfacción y sus conductas serán inciertas, agudas y hasta peligrosas, sin embargo solo mediante esta reacción conocerá el efecto de la ira, de la insatisfacción.
Los padres juegan un papel vital para guiar este desencadenamiento de emociones sean de agrado o desagrado. Permitir que un niño enfrente la frustración o la ira porque un juguete no se le compro, o se le llamo la atención por alguna infracción en casa, es permitirle enfrentar en su pureza total el estado anímico desagradable. Dar holgura a la alegría porque logro concluir la tarea, obtuvo un reconocimiento en la escuela o simplemente porque es feliz  entre sus amigos, es recibir a la alegría.
Sin embargo las emociones no fluyen por un camino natural, tendemos a desvirtuarlas o disfrazarlas por el hecho de no querer ver sufrir al niño, sin darnos cuenta creamos sus primeras enfermedades emocionales. Deseamos por todos los medios generar felicidad en nuestros hijos, adoptando conductas que solo desvirtúan la naturaleza de las emociones. Los clásico, si te portas bien; te compro el coche que te prometí, si haces la tarea; te llevo al cine, si te comes todo; te llevo de paseo, promesas que contrario a desarrollar emociones saludables en el niño generan condicionamientos, el niño se vuelve un experto para reaccionar a cambio de un bien, un experto en chantajes; “si lo hago...pero me compras”, no le estamos dando la oportunidad de recibir la frustración o la ira ante una negativa o ante una llamado de atención, no le damos la oportunidad de descubrir como se siente la insatisfacción, le damos un fantasía para agigantar su ego, para pedir más y más. El niño pensara que así se es “feliz” y tu sentirás que haces feliz a tu hijo. La realidad es otra, en algún momento de su vida el niño se enfrentara a la insatisfacción y entonces el sufrimiento se multiplicara porque de pequeño no supo lidiar con la frustración o la ira cuando las emociones estaban aflorando.
Cuando permitirnos que un niño reciba sus emociones, lo más saludable es guiarlo sabiamente para sentirlas, sean de agrado o desagrado, sin bloquearlas o enmascararlas. Permitir que el niño sienta un estado anímico en su pureza total, es permitirle conocerlas, entonces sabrá cómo actuar cuando llegue el momento de sumergirse en un mundo de emociones.
Sugerencia de crecebebe; niños malcriados


lunes, 3 de marzo de 2014

A los niños:


Estoy embarazada, que debo hace en beneficio del bebe?

Simplemente, sé tan feliz y tan amorosa como puedas. Evita las negatividades; eso es lo que destruye la mente de] niño. Cuando el niño está formándose no sólo sigue tu cuerpo, también sigue tu mente, porque ésas son las improntas. Por eso, si eres negativa, la negatividad comienza a formar parte de la composición del niño desde el principio. Y cuando crezca, el camino para librarse de ello será largo y duro. Si las madres fueran un poquito más cuidadosas no sería ne­cesaria la terapia para el niño o niña. Si las madres fueran un poqui­to más cuidadosas, desaparecería el psicoanálisis como profesión.
Durante nueve meses el niño vivirá en el clima de la madre; embeberá su men­te, toda la mente de la madre.
Por eso, no seas negativa. Ten cada vez más una actitud afirma­tiva, aunque a veces esto parezca difícil. Por el niño, hay que hacer al menos un esfuerzo por ser positiva. Si realmente quieres tener un hijo con integridad, con individualidad y feliz, entonces tienes que hacer ese esfuerzo. Eso es parte de ser madre: ser positiva. Por eso evita todas las negatividades. Evita la rabia, los celos, la posesión, quejarte, luchar, evita todos esos espacios. No te los puedes permitir, ¡estás creando un nuevo ser! Esta proeza tiene tanta valía que no puedes desperdiciarla en negatividades.
Disfruta cada vez más, medita, baila, canta, escucha buena músi­ca: no la música de actualidad. Escucha música clásica, que es tranquilizan­te y que va al inconsciente profundamente, porque el niño sólo la puede oír desde allí.
Siéntate en silencio todo lo que puedas, disfruta de la naturale­za. Estate junto al mar,  los árboles, los pájaros, los animales porque son realmente inocentes. Ve más a la naturaleza y relájate, para que el niño crezca en un útero relajado, no tenso; de lo contrario, el niño co­menzará a ser neurótico desde el principio.
Al padre: ayúdala durante estos días de modo que pueda ser más positiva. No la provoques hacia la negatividad. Dale cada vez más tiempo para que pueda sentarse en silencio, estar con los ár­boles, escuchar los pájaros, escuchar música. Evita cualquier si­tuación que tú creas que puede convertirse en una provocación para que ella se ponga negativa. Sé más amoroso, disfruta del si­lencio del otro, porque los dos van a dar nacimiento a algo que es divino. Todos los niños son divinos. y cuando algo grande va a su­ceder, cuando un gran huésped va a venir a tu casa, tú no luchas. Y éste podría ser el huésped más importante que jamás venga a ver­te; por eso, durante estos nueve meses se cuidadosos, precavidos, vigilante.