A un lado, al otro

Recuesta la bebe boca arriba, ahora ofrécele juguetes a un lado y al otro con la intención de que gire su cabecita. Serán sus primeros ejercitamientos del tono muscular. Y te sugiero que repitas la acción tantas veces como observes a tu bebe interesado.

Al despertar

Cuando tu bebe se encuentre dormidito en la cuna, coloca alrededor de ella, sobre los barrotes tantos listones largos, coloridos y anchos como consigas.  No los anudes o sujetes, solo suéltalos sobre los barrotes a manera de que cuelguen. Al despertar tu bebe se encontrara con una hermosa sorpresa colorida.  Y observaras el efecto que haz creado con los listones, pues el bebe ira  por ellos. Intentara jalarlos o llevarlos a la boca, y cuando descubra que los puede manipular, continuara con el resto. Un despertar lleno de colorido que invita a moverse, estirarse, tocar, probar y cuando finalmente agote todos los listones la magia se acabara. Bravo por darle al tu bebe un estimulo tan simple y de profundo aprendizaje al despertar.

Los limites en el Adolescente

Así de compleja es la filosofía a la que se enfrenta el joven, quizá ya seas un experto, sin El se encuentra delimitando sus lineas....

¿En qué consisten los límites? En eso, en delimitaciones del camino, en cercos protectores, en marcos contenedores y referenciales.

No son un fin en sí, son un instrumento para realizar fines. Cuando ellos están uno puede actuar y elegir. Hasta, si quiere, puede salirse del camino. También para salirse hay que conocer los límites.

Eso: los límites son para que pueda haber libertad. Justamente lo contrario de lo que podría pensarse: no cer­cenan la libertad, la otorgan.

Las rayas no son el camino; el camino está entre ellas, y dentro de ese estar entre ellas tú puedes elegir el ritmo, el movimiento, el desplazamiento, la velocidad, el rumbo, el qué, el cuándo, el cómo, y si quieres dejas de moverte, te detienes, y todo lo que tu fecunda imaginación te propon­ga. Lo puedes realizar sabiendo qué va adentro y qué va afuera de esos límites, de esas rayas. Y eliges.

Esa es la libertad, paradojicamente se encuentra entre límites.

La mirada

Gateo

El gateo es un requisito indispensable previo a la marcha. Y aun cuando el bebe no lo haya realizado,  o lo hayas instalado en la andadera (que por cierto es un artículo que no me agrada en absoluto, pues solo inmoviliza el tronco del pequeñito e inhibe la marcha) y pido disculpas por tan grotesca aseveración, de una u otra manera el gateo es un paso importantísimo para la marcha. Así que solo motiva a tu bebe a gatear por toda la casa. En poco tiempo observaras como le brindara seguridad en sus piernas, tronco y tono muscular, llegado el momento elevara todo el cuerpecito. Te deseo de todo corazón que la paciencia sea parte de ti al propiciar el gateo en tu pequeñito…abrazos.

Encontrando juguetes

Ahora se trata de jugar a las escondidas con el pequeñito y para ello pueden salir al jardín, al patio o dentro de casa.  Elijan dos o tres juguetes. Y si invitas a más niños a jugar propiciaras la socialización. Uno se cubrirá los ojos con alguna mascada o pañuelo, y el resto le indicara que  deberá mantenerse con los ojos cerrados,  en tanto ellos ocultan los juguetes en el área elegida. Vayan dándole pistas de donde están escondiendo los juguetes cuando el niño tenga los ojos vendados. Escondidos los juguetes, quiten la venda de los ojos del niño, y pídanle que busque por toda el área hasta encontrarlos. Se tornara divertido si en el momento de la búsqueda van dándole pistas y motivándolo. Encontrados los juguetes, ahora elijan a otro participante.

Una manera clásica de jugar a las escondidas tan conocida por muchos que deja infinidad de aprendizajes; atender indicaciones, sentido de tolerancia al tener los ojos vendados, movilizar el cuerpecito, respetar normas, desarrollar habilidades para la búsqueda, controlar la frustración, estimular la constancia, sentir la interacción…. Mas de un aprendizaje con un juego tan clásico…saludos

Volver a ser niño

Ese es el milagro, ¡el auténtico milagro! Volver a sentirse como un niño es una gran conversión. Permítelo.... no te avergüences. Pon a un lado tu edad y tu mente. Si puedes, de repente sentirás cómo una nueva energía surge en tu cuerpo. Tu edad se reducirá por lo menos veinte años. Inmediatamente te puedes volver más joven y vives más años. Por eso permítelo; es hermoso.

Uno tiene que volverse nuevamente un niño, y entonces la vida se completa. En la infancia empezamos y en la infancia terminamos  Si uno muere sin convertirse en un niño, el círculo de vida queda incompleto. Tendrá que nacer de nuevo.

Si puedes renacer ‑re­nacer en esta vida‑, no hace falta que vuelvas a nacer. Si realmente puedes convertirte en un niño en este cuerpo, no hay necesidad de que renazcas de nuevo en el mundo. Puedes vivir en el corazón de la existencia. No hay necesidad de regresar. Has aprendido la lección y completado el círculo.