viernes, 7 de septiembre de 2012

Socializando


La llegada del bebe irremediablemente lo lleva a contactar con el mundo. Surgiendo sus primeros contactos sociales. Y quien lo inicia en este hermoso interaccionar es el adulto. Una manera muy sencilla y hasta clásica de iniciarlo radica en el acto de estirarle los brazos al bebecito para cargarlo. Si, es el lenguaje corporal universalmente conocido. Tan simple como solo extenderle los brazos para cargarlo. Y si esperas a que el también te estire los brazos, como dándote respuesta, lo estaras iniciando a socializar.

Boca abajo


Recostadito sobre la cama boca abajo colócale una almohada ligera sobre la espaldita. Ahora invítale a quitársela, charlándole constantemente. Quizá se ruede, mueva insistentemente el tronco, voltee, manotee, gire la cabecita, una y otra vez. Cada que le coloques la almohada sobre su espalda. Repite varias veces el ejercicio. La intención será estimular al pequeñito para ejercitar todo el cuerpecito. Es un excelente ejercicio que le permite desarrollar tono muscular, equilibrio, autocontrol. En pocas palabras lo estas preparando para el gateo.

Madura...


El hombre se ha estado engañando a sí mismo y a los de­más mostrando ser maduro. Pero solo lo ha adoptado de otros. Lo miro en la violencia que desatamos, en nuestras luchas por ser alguien, en nuestros hijos que van por el mundo a ciegas, en nuestros deseos infinitos por aferrarnos a ser maduros y serios. Y si te dijera que la madurez es lo totalmente opuesto a todo lo que un día escuchamos de otros, quizás te sonara tonto. Pero te afirmo; si adoptas las creencias de otros, serás falso, pseudo. No adop­tes nada. ¡Sé! El adoptar es una barrera para el ser. Y la única manera de ser es empezar desde el principio. La edad mental de la gente denominada normal no supera un lugar situado entre los diez y los trece años; ¡ni siquiera catorce! Y puedes tener setenta u ochenta años, pero tu edad mental se quedó atascada en algún momento antes de la madurez sexual. Una persona queda sellada para siempre en el momento en que alcanza la madurez sexual, a los trece o a los catorce años. Después se va volviendo cada vez más fal­so. Una falsedad tiene que ser protegida con otras falsedades, una mentira tiene que ser defendida con otras mentiras. Y esto no tiene fin. Te conviertes en más de lo mismo; eso es la personalidad, una máscara. La personalidad tiene que ser abandonada, sólo entonces emerge la individualidad. No significan lo mismo. La personalidad es sólo un escaparate; es una exhibición, no es algo real.
La individualidad es tu realidad, no es un escaparate. Uno puede escarbar en ti todo lo que quiera y siempre encontrará el mismo sabor. Se cuenta que el Buda dijo: «Pruébame de cualquier lado y encontrarás el mismo sabor, del mismo modo que si das un sorbo del océano en cualquier lado lo encontra­rás salado». La individualidad es un todo. Es orgánica. Por eso lo primero que hay que entender es: nunca adoptes una actitud madura. maduro o inmaduro. Si eres inma­duro sé inmaduro. Siendo inmaduro estarás permitiendo el crecimiento. Hazle un sitio a la inmadurez; no seas falso. Si eres infantil, entonces sé infantil. ¿Y qué? Sé infantil. Acéptalo, acompáñalo. No crees una di­visión en tu ser, sino estarás creando la locura básica. Sé tú mismo.
No hay nada malo en ser infantil. Empiezas a adoptar acti­tudes porque te han enseñado que hay algo malo en ser infan­til. Desde tu infancia has estado tratando de ser maduro, pero ¿cómo puede ser un niño maduro? Un niño es un niño, tiene que ser infantil.
Pero no está permitido, por eso los niños pequeños se vuel­ven diplomáticos; empiezan a fingir, a comportarse de forma falsa, se vuelven una mentira desde sus mismos comienzos. Y la mentira además comienza a crecer. Y después un día em­piezas a buscar la verdad. La ver­dad está contenida en tu ser, esa es la verdadera escritura.
Ten coraje. Y por supuesto sentirás cómo te entra mucho miedo, porque siempre que abandones la personalidad, tu puerilidad, que nunca fue permitida, emergerá. Y sentirás miedo: «¡Qué! ¿Voy a tener que ser un niño a estas alturas? ¿Cuando todo el mundo sabe que soy una gran persona, un licenciado, master -o doctor y voy a comportarme como un niño?». Surge el miedo: el miedo a la opinión de los de­más, al qué dirán.
Al­gunas veces es muy doloroso ser de verdad y ser auténtico. No es fácil. Ser falso y no ser auténtico es fácil, conveniente, cómodo. Es un truco, es una estrategia para protegerte; es una armadura. Pero entonces no descubrirás la verdad que está en tu espíritu. Entonces nunca sabrás lo que es Dios, porque Dios sólo puede ser conocido en tu interior: primero en tu in­terior, luego en tu exterior; primero dentro, luego fuera, por­que eso es lo más próximo a ti, tu propio ser. Si no encuentras a Dios dentro de ti, ¿cómo puedes ver a Dios en otros sitios? Tonterías. No puedes ver a Dios en un templo si no puedes verlo en ti mismo. ¿Y cómo vas a ver a Dios en ti mis­mo si estás fabricando continuamente mentiras a tu alrede­dor? Son tantas las mentiras que casi has olvidado el camino a tu ser. Estás perdido en una selva de mentiras. Por eso lo primero que hay que recordar...sólo siendo como un niño ma­durarás; ese es el comienzo de la madurez. 

jueves, 6 de septiembre de 2012

encestando


Solo siéntalo, rodéalo de juguetes y colócate frente a él con una canasta lo bastante grande. Ahora te compartiré un ejercicio para estimular en tu bebe ojos, manitas, control postural, concentración, selección, etc. Solo de escribirlo ya imagino la gama de estímulos que estarás desarrollando en tu bebe.  Sentada frente a él y mostrándole el cesto entre tus manos, a una distancia más bien cercana, invítalo a lanzar juguetes al cesto, es decir atinarle al cesto. Por supuesto que le costara infinidad de esfuerzos para lograr atinarle al cesto, así que dependerá de tu intuición para apoyarle, acercándole o retirándole el cesto, con la finalidad de que el bebe mire sus proeza. En tanto más juguetes logre encestar, será grandiosa experiencia de aprendizaje y no te olvides de los Bravoooo!….por lograrlo  J

Un lego


Adquirir un lego para el niño es una excelente oportunidad para estimular: psicomotricidad fina, control óculo manual, correspondencia termino a término, colores, formas, semejanzas, diferencias, sentido de colaboración, desarrollo de la atención, concentración, control postural. Todo ello y muchos otros aspectos más estimulas en tu pequeñito. Solo basta  dejarlo solo con este tipo de juguetes.

En el adolescente


Vive!!!




La educación es confianza en ti mismo y en la existencia, per­mitiendo el despliegue de todo lo que se oculta en ti. Es sacar todo lo que está dentro afuera. Hablo de la educación que eriges por ti mismo. Hablo de usar tú cabeza para tomar  de la vida todo lo que te provee respecto al aprendizaje. La educación la tienes en tus manos por un lado los conocimientos, por otro lado experiencias y el más grandioso: los sentimientos.
No te quedes solo con el prestigio social que da el conocimiento. Atrévete a saborear  la di­cha de educar los sentimientos. Solo entonces conocerás el significado de estar vivo, en pocas palabras vive antes de empezar a morir