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miércoles, 23 de noviembre de 2016

Este niño es diferente

No es igual a sus hermanos. No encaja en la familia, mucho menos en la escuela, nadie lo quiere, y sufre al igual que sufrimos nosotros. Bajo este contexto la familia se da a la tarea de definir a un niño  o una niña que se manifiesta demasiado hiperactivo (a) pues constantemente molestan, pelean o arrebatan a los demás, conductas que desgastan a la familia. Y ante el primer indicio de desajuste conductual tanto padres, como escuela se dan a la tarea de definir el problema, de buscar el origen, la causa e incluso hurgan en el pasado de la familia para descubrir quién es o era así  para buscarle parecido al niño, para encontrar un posible origen.  Pero tal búsqueda resulta fallida pues por más parecido o semejanza que busques para sentirte tranquila al final de cuentas los niños son únicos e irrepetibles, poseen su propia personalidad. Y lo delicado de este tipo  de averiguaciones es que en la medida que crece el niño se vuelve el blanco de múltiples definiciones y como el niño o la niña no opinan, se quedan a la expectativa, esperando a saber que sucederá  con ellos en ese lugar al que llama hogar.
En tanto eso sucede las etiquetas surgen por doquier…
-No pone el menor interés-
-Podría si quisiera-
-No tiene deseos de ser exitoso-
-Es un irresponsable-
Etiquetas que surgen como producto de la desesperación o la búsqueda de una solución, pero permítete decirte que ello (hablo de las etiquetas) solo propicia intoxicaciones emocionales en el niño. Ante tales etiquetas al niño no le queda más que aceptar lo que se dice de él o ella. Acepta las etiquetas que le ponemos a su persona y las hace suyas actuando a la defensiva y lo mismo hacen tanto sus padres como maestros. Pero decidir quién está en lo correcto y quien equivocado seria como sustituir una búsqueda auténtica o un esfuerzo que aporte verdaderos progresos.
Decidimos que el problema se debe a la falta de comunicación en la familia o que no se le ha dado el tiempo suficiente e incluso se llega a pensar que el niño se encuentra desatendido. Quizá los padres salgan en busca de un profesional porque se les ha dicho que solo mediante tal vía encontraran la tan anhelada solución, ¿pero? y si no acierta con el profesional que debe acudir…




El niño crece y sus padres se desesperan cada día, su maestra sigue dando trabajo a los padres, pidiendo solución, urgiendo. El niño quiere progresar, los padres quieren que lo haga y si así fuera la maestra se sentiría verdaderamente feliz. Lamentablemente no sucede porque todos se hayan en perspectivas distintas y justo ese es el problema, es decir todos opinan. La familia se sumergió en un tobogán de problemas porque se abrumaron, reaccionaron de inmediato queriendo remediar el problema desde casa hablando con el niño, tratando de corregirlo, exigiéndole, suplicándole e incluso prometiendo regalos a cambio de ser diferente pero nada de esto funciono y no funciono porque justo ese es el problema; las interminables intervenciones de los padres y no digo que no se haga por el contrario es lo que se debe hacer solo que mediante intervenciones acertadas. Independientemente del tipo de intervención que decidas permíteme decirte que  no existe vía ideal para solucionar el problema de inmediato, sea cual sea el problema del niño, existen caminos inteligentes para atender a tu pequeño, el primero y más efectivo está a tu alcance, lo tienes en tu hogar, eres y reside en tu actitud, en el cómo veas el problema. El hecho de querer solucionar el problema desde el niño ya iniciaste mal y lo agrava tu actitud, porque ni el niño mismo sabe que sucede con él y pedirle que cambie pues solo torna más compleja la situación. Sera tu inteligencia serena y confiada quien te de la pauta para buscar al profesional adecuado y no pienses que el profesional en la materia te dará la solución de inmediato no, él o ella solo te darán la guía y el resto deberán hacerlo en familia. Deberán hacer un esfuerzo colectivo para lograr progresos en el niño. El punto de partida es un diagnóstico, vayas con el profesional que vayas nunca salgas de su consulta sin llevar en tus manos un diagnóstico, un diagnostico que te diga; la madurez del niño respecto a su edad cronológica, su desarrollo emocional y su nivel inteligencia. Son tres aspectos  que todo buen profesional entrega a los padres para iniciar el tratamiento con el niño. Así que ante el mínimo desajuste conductual  con tu hijo o hija pide un diagnostico y solo tu intuición te dictara si sigues las indicaciones o continuas con la búsqueda  para no agravar la situación del niño.

miércoles, 9 de noviembre de 2016

Psicomotricidad

Hablar de psicomotricidad es hablar del desarrollo físico y motor en niños y niñas y para estimularlo solo necesitas saber hacia donde dirigir los estimulos, variar, dosificar y equilibrar el tipo de estimulación que darás al niño evitando caer en actos repetitivos de estimulación. La Psicomotricidad se estimula hacia tres planos solo dotate de ideas para estimularla como mejor te acomode lo importante es no perder de vista la ruta de la estimulación psicomotora. 
Viso-manual



 


 



Facial



























Fonética
Abrir y cerrar la boca
Meter y sacar la lengua
Tocar las comisuras izquierda - derecha con la punta de la lengua


Empujar con la lenguaje la mejilla izquierda y derecha




Pasear la lengua alrededor de los labios


miércoles, 12 de octubre de 2016

Propicia la inteligencia de los niños


Comprensión
Muéstrale a tu hijo o hija lo poderoso y grandioso que es para el cerebro "comprender" pero jamás los incites a repetir y repetir y repetir  hasta quedar lapidado su pequeño cerebro memorizando, eso solo estancará sus canales cerebrales.

Observación
Invita a la observación a tu hogar. Invita al niño a observar lo que hace, como lo hace, llévalo a observar todo aquel detalle de su vida como; ¿observa como vuela la mariposa? ¿el movimiento de los árboles? ¿el vuelo de los pájaros? ¿la salida del sol? ¿el anochecer? ¿las estrellas? Y si de razonar se trata emplea cuestionamientos como; -descubre donde te equivocaste- -observa que te falta- -donde está la respuesta- -que le falta a la tarea-. Y si se trata del aspecto afectivo social sensibiliza al niño con actitudes preguntándole ¿cómo observaste a tu maestra, contenta normal o seria y a tus amigos y a los niños  dé tu escuela? Todo aquello que invite a observar para aprender es bienvenido para el cerebro de tu pequeño.

Escuchar
Desarrolla la capacidad de atención de tu hijo o hija mediante el saber escuchar. Un escuchar situaciones interesantes, propositivas, creativas y hasta imaginativas… poderoso recurso para despertar en el niño el poder del saber escuchar pero jamás pida a un niño que te escuche a fuerza, obligado o porque lo mandas tú porque destruyes tan valioso don otorgado a ti y a tu pequeño.

Comunicar
Que la comunicación en tu hogar sea una situación de expresión, alimentación comunicativa y efervescencia interactiva donde el pequeño habla y tú escuchas o viceversa. Que el comunicarse en tu hogar sea cual amplio puente donde cruzan palabras que nutren, animan, contagian, aman pero jamás animes entrar a tu hogar la comunicación que vierte palabras que devalúan, coartan o denigran el alma.

Preguntar
Que toda pregunta viniendo de una pequeña mente jamás sea minimizada, corregida, mucho menos callada porque lo único que lograras será cerrar las puertas de la comunicación y la confianza hacia ti.

Ideas
Si de ser inteligente y creativa se trata… ideas deberás generar para propiciar la inteligencia en tu hijo o hija. Propiciar ideas hasta generar resultados, es el objetivo para ser inteligente, sean del tipo que sean pues ellas son la fuente del crecimiento intelectual.  Si ahora invitas al niño a crear sus propias ideas más tarde descubrirás lo inteligente y creativo que se torna su cerebro.

Experimentar
Abre betas para que el niño experimente una y otra vez y no necesitas de un laboratorio de hecho somos un laboratorio así que porque no experimentar con nosotros, porque no enseñar al niño experimentar con él o ella a auto-descubrirse ¿quién es? ¿que es? ¿como siente? ¿a que teme? ¿que le violenta? ¿como se serena? Experimenten tantas veces como deseen en tantos campos como quieran sea en la escuela, el hogar, el entorno lo que sea. Experimentar será fabuloso para el cerebro de tu pequeño pues experimentando siente, aprende y da saltos cuánticos.

Imaginar
El niño ya posee imaginación y limitársela sería nefasto, de hecho tú y yo hemos olvidado imaginar. Así  que es momento de volver a imaginar, imagina con tu hijo o hija a crear, diseñar, generar ¿qué? no lo sé… lo importante es la capacidad de imaginar lo que quieran, solo necesitas  ir por tan divina virtud, aquella que un día nos fue otorgada. Yo… ya me imagino danzando entre el cielo y las estrellas cada amanecer y es divino!

Pintar
No limites la capacidad de pintar en los pequeñitos dándoles moldes o plantillas, no por favor, porque eso solo limita su capacidad de expresión y libertad de trazos y una de nuestras grandes virtudes es la expresión mediante el arte y el arte de pintar es una tremenda experiencia. Así que te invito a propiciar las expresiones internas del niño mediante la pintura libre a voluntad propia.

Si de nueve recursos que te he dado para propiciar la inteligencia en tu hijo o hija te decides a tomar por lo menos uno para echarlo a andar una vez dominado el resto sucederá como efecto del querer tener un hijo (a) exitoso (a).



miércoles, 21 de septiembre de 2016

Inteligencia Emocional

La inteligencia es la capacidad de actuar propositivamente, de pensar racionalmente y de ocuparse con eficacia en su ambiente. Whechsler.
Como padres surge el contaste interés por estimular la inteligencia en nuestros hijos, situación que merece un real reconocimiento pues como adultos nos encontramos sumergidos en la búsqueda de cómo ser más inteligentes o incrementar nuestra inteligencia pero permíteme decirte que sin importar la edad la inteligencia la poseemos desde el instante de nacer, como lo he planteado en varias ocasiones, hace falta encontrar el camino para descubrirla, expandirla e incluso descontaminarla. Es la contaminación, sea del tipo que sea, la barrera para expandir nuestra inteligencia y ser conscientes de nuestras emociones, de ahí el porque deseo hablar de las emociones aquellas que obstruyen la inteligencia bloquean e incluso la paraliza.
El termino inteligencia emocional fue utilizado por primera vez en 1990 por Peter Salovey quien la define como la capacidad de controlar y regular los sentimientos de uno mismo y de los demás, sentimientos que son la guía del pensamiento y de la acción. La inteligencia emocional se concreta en un amplio número de habilidades y rasgos de personalidad como la empatía, expresión y comprensión de los sentimientos. Control de nuestro genio, independencia, capacidad de adaptación, simpatía, capacidad de resolver los problemas de forma interpersonal, habilidades sociales, persistencia, cordialidad, amabilidad, respeto. Como podrás observar son múltiples las capacidades que regula la inteligencia emocional y si nos diéramos a la tarea de tratar una a una pues uno simplemente terminaría perdiéndose en el camino por ello he hecho una acotación en tres aspectos para poner en acción, desarrollar la habilidad y domina la inteligencia emocional.

Capacidad de percibir tus propias emociones 
Si eres capaz de conocer y manejar tus propias emociones, eres capaz de llevar una vida gozosa, satisfactoria, plena y transmitirla al nido hogareño. Si no te “sientes” será imposible enseñarle a tu hijo o hija a sentirse. Y para cuando se trate de tomar decisiones, tus decisiones no serán lucidas, efectivas, inteligentes como esperas, reaccionaras visceralmente, instintivamente, entraras por caminos de tremenda insatisfacción emocional. Conocer y manejar tus propias emociones te demandara un tremendo compromiso, compromiso nada fácil por el contrario al nacer el deseo de ser inteligente emocionalmente parece que todo confabula contra ti porque surge todo tipo de complicaciones, pierdes los estribos constantemente lo cual te lleva a claudicar pero permíteme decirte que justo estas en el inicio del sentir tus emociones, de reconocerlas por ello el volverte sensible ante tanto caos. Al primer intento de sentir tus emociones te aventura a reconocerlas, sentirlas, vivirlas. Las acciones para aprender a notar tus emociones son muy sencillas en primer lugar es prestar atención a las sensaciones físicas que provocan tus emociones justo cuando están desajustadas. Las emociones son el punto de intersección entre mente y cuerpo por ello se experimentan físicamente. El segundo paso es aprender a identificar y distinguir unas de otras emociones. Cuando notamos que sentimos algo y además lo identificamos lo podemos expresar, ahí está la clave para actuar en ellas.
Capacidad de manejar tus propias emociones
Una vez que aprendemos a detectar nuestros sentimientos podemos aprender a manejarlos y hasta controlarlos. Hay gente que percibe sus sentimientos con gran intensidad y claridad, pero no son capaces de controlarlos los dominan y arrastran. Todos en algún momento nos hemos dejado llevar por la ira, la tristeza o la alegría. Pero no todos nos dejamos arrastrar por nuestras emociones con la misma frecuencia. Controlar nuestros sentimientos implica familiarizarnos con ellos y una vez que los hemos detectado e identificado ser capaces de reflexionar sobre los mismos. Reflexionar sobre lo que estamos sintiendo no es igual a emitir juicios de valor sobre si nuestros sentimientos son buenos o malos, deseables o no deseables. Reflexionar sobre nuestras emociones requiere dar tres pasos; determinar la causa, determinar las alternativas y último…actuar.
La capacidad de motivarte a ti misma
La tercera capacidad de la inteligencia emocional es la capacidad de auto - motivarse. La auto - motivación es lo que nos permite hacer un esfuerzo, físico o mental, no porque nos obligue alguien, sino porque queremos hacerlo. Nos motivamos a nosotros mismos cuando sabemos lo que queremos conseguir y como conseguirlo. Por tanto para desarrollar la capacidad de motivarnos a nosotros mismos primero tenemos que aprender a fijar los objetivos que queremos conseguir. Muchas veces no sabemos bien lo que queremos o sabemos muy bien lo que no queremos. Aprender a plantear objetivos y saber qué es lo que de verdad queremos es, por tanto, el primer paso. Un objetivo no es lo mismo que un deseo. Los objetivos son los resultados que queremos conseguir como consecuencia de nuestra actividad. Para poder conseguir nuestros objetivos estos tienen que estar bien definidos. Aprender a establecer objetivos no basta, esos objetivos tienen que ser viables y nosotros necesitamos saber qué pasos tenemos que dar para poder alcanzarlo. Saber los pasos a dar incluye conocer nuestros puntos fuertes y débiles, saber cuando necesitamos ayuda y cuando no, en suma formar un modelo mental verídico de uno mismo.





miércoles, 24 de agosto de 2016

Experiencias de los niños en la escuela

Conocen nuevos amigos

Amplían su lenguaje y formas de comunicación

Aprenden a interaccionar con otro tipo de adultos

Sus formas de convivencia se multiplican

Aprenden nuevas reglas de urbanidad

Desarrollan patrones de atención

Ponen a prueba su inteligencia

Experimentan emociones muy distintas a las de casa como: expectativa, seguridad, confianza, están alerta, cautela.

Su habilidad de desplazamiento es puesta a prueba al moverse por distintos espacios, situaciones, acciones o ejecutar tareas.

Su habilidad para atender, reaccionar, ejecutar y entregar un resultado se pone  a prueba.

Su independencia es requerida constantemente para cuidar de su persona, sus pertenencias, respetar a los demás, esperar su turno, seguir las normas, atender a su maestra.


miércoles, 3 de agosto de 2016

Valores en la Familia

No conozco mayor gracia que la de vivir y convivir con valores, hablo de los valores universales sobre todo aquellos que se viven entre familia. Y más que detenerme a definir lo que es un valor me detendré a delinear porque concibo un valor como una “gracia”.
Un valor me eleva, me hace más humana, equilibra mi sentidos y lo más valioso; toca a las almas con quien convivo o ellos me contagian de los suyos. Hablo del como un valor traspasa a la familia se entreteje en los corazones de quienes habitan el nido familiar y sobre todo fortalece el sentido de vida.
Es valioso hablar de los valores, como importante es aceptar que existen antivalores aquellos que dañan corazones. Llegan al hogar como invitados invisibles, pero no llegan por llegar se gestan, aceptan y hasta toleran por la propia familia por múltiples situaciones que se viven dentro del hogar. Solo te percatas de ellos cuando ya están causando severos daños o cuando sientes que algo no anda bien. Solo cuando percibes que en casa se vive en una atmósfera de penumbra, conviven almas temerosas, violentas, ansiosas o apretujados en el día a día solo entonces tomas conciencia de que un antivalor ha invadido tu hogar.
Tanto valores como antivalores son intangibles y es un hecho  que vivir entre valores es la  garantía del vivir en armonía, en comunión con la familia así que no permitas que un antivalor cobre vida en tu hogar, si lo permites o lo justificas estarás echando fuera la garantía de la estabilidad hogareña.
Desde mi punto de vista los valores más preciados para ser cuidados, respetados y honrados son aquellos que nos generan burbujas de bienestar y serenidad, aquellos que entretejen cuerdas inquebrantables de armonía en el hogar como;
La vida. La vida para mi es el valor más preciado que nos ha sido otorgado y si tu haz dado vida a otro Ser, hablo de un hijo o hija, pues que mejor que velar por ellos derramando sobre su pequeño ser valores.
El amor. Sé por experiencia propia que el amor trasciende valores, va más allá de una virtud, casi puedo afirmar que es el tesoro más valioso que nos ha sido legado. Cuando derramas amor en el hogar todo se ilumina dentro de él, lo dice mi corazón. Tristemente el amor es altamente vulnerado, equivocado o desvirtuado porque se habla en nombre de el para atraer multitud de antivalores.
El respeto. El respeto para mi es una virtud que solo tu eriges, cuidas y velas por él. Fluye hacia tus hijos sin necesidad de exigirlo y del mismo modo retorna a ti.
La verdad. No existe mayor tesoro que nos haga libres que la verdad, la verdad como valor, aquella que te hace único en la vida. Y cuando se camina con ella es como caminar sobre una viga confiado, seguro, sin tambaleo alguno. Y es el legado más grande que se hereda a los hijos.  

El alimento de los valores eres tú

"Niños y niñas nacen con tremenda inocencia, son como el sol que entra a tu hogar para darle luz. Depende de ti que esa luz no se apague si es alimentada con valores"