miércoles, 18 de mayo de 2016

Aprender a leer

El niño comienza a leer al alcanzar cierto grado de madurez; la fase de la lectura sobreviene una vez formada la capacidad de hablar, de expresarse y de comprender el lenguaje que se habla en casa. La lectura es una nueva forma de comprensión verbal que el niño adquiere cuando ha logrado cierto grado de madurez mental y emocional. Para los niños leer es adentrarse a un mundo de signos que también hablan y para que eso suceda deberán pasar incontables sucesos para descubrir el sentido de leer.
La lectura es la percepción de símbolos gráficos con valor significativo, así lo sabemos quiénes poseemos esta habilidad. Al igual que en la percepción cotidiana, la percepción de la lectura pasa por distintas fases para llegar a comprenderla, de ahí la importancia de tener bien presente dichas etapas para que no transgredir al niño al pedirle que lea rápido, bien y sin tropezar con las letras, mira como sucede cada fase;
Fijar o adherir la letra al objeto. Es decir dar un significado a las letras para asociarlas a algo.
Atender el campo de percepción. Es decir el niño deberá poseer suficiente madurez para ubicarse en distintos planos gráficos,  seguir las reglas de dirección, seriación y separación en un estrecho espacio.
Percepción objetiva –exploración y fijación- Es decir el niño deberá adquirir la habilidad de percibir las letras, asociarlas al objeto, explorar sus distintas representaciones, fijarlas de acuerdo a las reglas convencionales de la lectura y emitir un significado.
La lectura no es un simple conocimiento de signos aislados, por su abstracción están fuera del mundo comprensivo y vivo por lo que el cerebro de tu hijo deberá atravesar múltiples pruebas para aprender a leer. Las letras en si tienen escaso valor de imagen y son un tanto fantasmáticas, las palabras por el contrario poseen fisonomía propia, valor imaginativo en relación con los objetos, nos permiten confrontar datos lingüísticos con objetos y hacer representaciones escritas. De ahí que aprender a leer para el niño resulta abstracto y complejo pues su cerebro deberá alcanzar niveles abstractos para comprender las letras por ello cuando enseñas a leer a un niño le resulta más comprensible iniciar por la palabra que por la letra.
La lectura supone una exploración de conjunto de múltiples letras, un ir y venir recomponiendo diversos fragmentos. La lectura se torna fácil cuando al mirar, se reconocen y comprenden palabras, frases u oraciones asociadas a una imagen. El paso de confirmar y afirmar la palabra asociada a una imagen genera experiencias de aprendizaje en el niño llevándolo en primera instancia percibir el total de letras englobadas en un significado para después comprender lo que quiere decir ahí… donde lee. Muchas veces el niño solo emite intentos de lectura, tratando de leer pero carece de sentido lo que lee, el mismo no comprende lo que está diciendo aún le falta descubrir que la lectura es movimiento en distintos espacios, en un sentido concreto, en una especial orientación. Lo escrito es una lengua convertida  en percepción visual, una percepción que inicialmente hace pensar en simples signos y después en palabras que a su vez hablaran de cosas, acciones, relatos, hazañas. Si bien la lengua hablada nos envuelve, los escritos permanecen, la lectura se confirma por escrito de ahí la importancia de generar suficientes experiencias de comprensión en el niño sin apresurarlo o urgirlo para que lea, tengamos en cuenta que su cerebro está atravesando por una metamorfosis al descubrir signo a signo para ser transformados en palabras y darles significado. 
Cuando un niño atraviesa por este proceso con suficiente confianza ten por seguro que lograra leer y disfrutara de una buena lectura pues a su cerebro no experimento bloqueos emocionales.  

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