miércoles, 3 de febrero de 2016

Redes sociales y sus peligros

Redes sociales, chats, correo electrónico, teléfonos móviles, webcam, juegos virtuales todos ellos ofrecen sin distinción de género o edad “confianza y amistad” en especial a niños y niñas. Todos ellos han entrado a tu hogar, conviven con tu familia, son silenciosos, encuentran perfectamente como anidar en ti o tus hijos. Quizá pensaste que al ejecutar algunas de estas prácticas te traería  nuevos formas de relacionarte, comunicarte o estar al día con el ciberespacio y es real pues gracias a ellos uno llega a lugares inimaginables. Pero... si no analizaste o te preparaste para estar al día de sus efectos nocivos como el posesionarse de ti, de tu pareja o tus hijos  ahora lidiaras con ellos para equilibrar su uso. Tal vez en tu hogar se han acostumbrado a ellos y son como de la familia o quizá han tomado medidas para emplearlos como un medio que no altera tu hogar. Sea cual el uso que des a los medios virtuales la tecnología nos acerca, gracias a ella puedo  llegar a ti y eso es increíble. Como también es increíble escribirte que no puedo ofrecerte mi confianza y amistad, si mi confianza y amistad, aquella que se ofrece por toneladas en el ciberespacio pero que resulta ser una falsedad. Ante el primer intento que hiciera para decirte; “cuenta conmigo” saltaría a la vista la falsedad, actuación nociva que se da en la red. Quizá me leas ruda, drástica o fría pero permíteme explicar porque lo concibo así; la confianza es tan sagrada que no se da, fluye como el viento, toca corazones cual energía invisible, cae cual roció sobre el rostro de quien te mira pero jamas emplea un sinfín de palabras endulzantes para atraparte. La amistad va más allá de encontrarnos por la red, la amistad conlleva una profunda comunión de almas. La amistad no se ofrece al por mayor, la amistad se entrelaza cual hilos que se imantan uniendo sentimientos y espíritus. Ambas virtudes solo pueden ser una realidad si brotan sin interés alguno, sin fin alguno, sin mezquindad, sin maldad.
Pero que tiene que ver esto con tus hijos;  tiene que ver todo, pues se han desplegado a lo largo y ancho del mundo virtual hablándonos del confiar, de la amistad falsedades que te hacen presa fácil de los peligros virtuales, en especial a niños y niñas. Si un adulto no sabe protegerse de lo nocivo en la red, como va a enseñar a un pequeñito a protegerse. Los niños, adolescentes y jóvenes segundo a segundo caen en peligros inminentes de la red y contrario a alarmarse, evadirlos o alejarse de ellos es mejor conocerlos para saber como actuar. Por mucho que queramos alejarnos del peligro virtual siempre sera mejor conocerlo para evadirlo, enfrentarlo o protegernos. Es una valiosísima oportunidad para ir por aquello que tanto anhelamos, poseemos o hemos perdido; la confianza. Si un padre o una madre saben cómo enfrentar los peligros virtuales, sabrá enseñarle a su hijo o hija como navegar, contrario asolarlo con interminables recomendaciones que solo congelan la confianza.

Practicas seguras que te alejan de los peligros virtuales:
  • Eres consciente de ti cuando navegas por la red.
  • Sabes cómo te comportas cuando tienes el móvil entre tus manos.
  • Jamás pones como prioridad un móvil, la prioridad eres tú y tus hijos
  • Conoces e intuyes el lenguaje del chat, sientes cuando los textos de alguien más conllevan intenciones de peligro y eres capaz de cerrarlos, borrarlos o ignorarlos.
  • El chat no es prioridad para ti, la prioridad eres tú y tus hijos.
  • Sabes perfectamente cuando estas siendo atrapada (o) por conversaciones interminables en el chat y tienes la valentía de cerrarlas.
  • Una red social no tambalea tu sentir, mucho menos obscurece tu corazón si alguien dice no quererte, te ofende o busca desestabilizarte, sus intenciones solo afianzan tu confianza para sentirte increíble al alejarte de la maldad.
  • La webcam o los streaming no atrapan tu cuerpo, imagen o rostro para ser multiplicados con fines nocivos.
  • El ciberespacio jamas te atrapa, irrita, amenaza, mucho menos te ancla en la ansiedad porque eres consiente de ti, sabes que quien lo hace esta a millas de tu alma y espíritu.
Quien realiza estas practicas seguramente es un espíritu anclado en la confianza, porque solo quien confía en él o ella es capaz de mirar mas allá de la verdad y la mentira 

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