miércoles, 11 de noviembre de 2015

Los niños tambien hablan en público

¿Quién no ha tenido alguna vez una experiencia de hablar en público? te puedo afirmar que a veces hemos pasado por ese tipo de experiencias. Sea en casa, la familia, la escuela de los niños, un evento, una celebración, un taller, un foro o un simposio. Cuando se experimenta el hecho de hablar en público, si nos es familiar nos resulta muy normal, pero si es la primera vez o incluso siempre que lo haces experimentas nerviosismo, temor, titubeos o en el instante de estar hablando trastrabillas, repites una y otra vez lo mismo,  tu mente te traiciona dices unas palabras por otras o te inhibes a tal grado que te quedas paralizada. Hablar en público se me figura como una erupción de palabras brotando de la mente, en especial cuando no se han tenido las suficientes experiencias. Pero que tiene que ver el hablar en público con el niño de seis años en adelante, pues todo, porque el niño invariablemente de la edad casi siempre se ve expuesto a hablar en público, por supuesto que no hablo de auditorios o eventos masivos no, hablo de comunicarse con personas extrañas a él lo cual sucede casi desde el día que dice sus primeras palabras y queremos celebrarlo pidiendo al niño que hable para que otros lo escuchen. Si no te habías percatado de ello te aseguro que es real. Cuando el niño se ve expuesto a este tipo de experiencias a temprana edad, se siente seguro pues mamá esta con él, aunque no siempre sucede. Pero imagina lo que sucede con un niño de tres años en adelante que va a la escuela y que estará expuesto a hablar en público sea con desconocidos para él, su salón de clases, el resto de los grupos, etcétera obvio que le causara inseguridad, temor o desconfianza si es que no está acostumbrado a vivir estas experiencias  y lo delicado es que cuando son reincidentes dichas conductas llegan a desestabilizar al niño y por si no fuera suficiente se le etiqueta como; niño con problemas de lenguaje, inhibición, inseguridad, timidez pero no se han detenido a analizar que tal vez el niño no ha tenido las suficientes experiencias como para hablar en un  público escolar. Ahora mismo recuerdo esos días de primaria cuando solía sentarme en la última fila del salón para que no me viera o preguntara la maestra, casi me hundía en la banca para ser invisible, efecto del temor de hablar en público. Pero bien… si esto me sucedió hace cincuenta años lamentablemente veo que sucede hoy en día con los pequeñitos. Lo corroboro cuando miro hablar en público a niños que se ven expuesto a ello, para algunos es un verdadero gusto, pero para otros es realmente intimidante. Es tal la magnitud que muchas veces llega a suceder dentro de la misma familia, solo observa quien de tus hijos casi no habla porque teme ser callado por el mayor, el más extrovertido e incluso los padres llegan a callarlo, quizá solo sea un suponer o tal vez sea real por ahora me estoy centrando en darte alternativas para colaborar con tu hijo hablar fuera de casa. Puedes contribuir con él o ella cuando recién empieza a decir sus primeras palabras, no es necesario esperar a que tenga seis años o más,  aunque te suene ilógico a esta edad él bebe ya está listo para hablar en público, es decir hablar con extraños para él, aunque no lo sean para ti como los tíos, las tías, el abuelo, la abuela, los amigos, etcétera. Al año el niño ya se comunica sea con  palabras, gestos o silabeos así que; genérale acercamientos con personas que él no conozca para comunicarse. En la medida que familiarices al niño a hablar con otros, te aseguro que le darás confianza para hablar en público dentro o fuera de casa. Lo relevante es que el niño se inicie a temprana edad a familiarizarse con las reglas de la comunicación desde un saludo pasajero, hasta un responder cauteloso o ampliamente. Obvio que para que el niño hable con extraños deberás ser altamente precavida respecto a cuidar con quien lo hace.  En especial los grandecitos que lo hacen indistintamente por el internet. Todo acto que propicies para que tu hijo hable con otros seguro y confiado será un excelente recurso para que llegado el momento  de hablar en público el niño lo haga sin titubeos o temeroso y posea fluidez en sus palabras al comunicarse sea en su escuela, con sus amigos o la familia. El objetivo es enseñarle a expresarse correctamente mediante experiencias de la vida cotidiana y jamás tomarlo desprevenido para que hable en público como cuando llega una visita y se le pide; ¿saluda? o se le indica ¿dile cómo te llamas? Tal conducta genera descontrol en los niños cuando no se le ha familiarizado previamente y recuerda que no se trata de hablar por hablar, se trata de que tu hijo tenga la capacidad de sentirse seguro al hablar con una persona desconocida para él, pero conocida por ti sea de la escuela, la familia o su círculo de vida cotidiana. Es como darle a tu hijo las herramientas para que posea la suficiente madurez para saber discernir a quien hablar y a quien no. Es como preparar a tu hijo para desenvolverse en la vida sin caer en los peligros, extremos o las inhibiciones.
Generar experiencias de este tipo a partir de que el niño habla es familiarizarlo con el arte de hablar y recomiendo acentuar la practica a partir de los tres años para que alrededor de los seis años sea una práctica cotidiana ya que a esta edad tu hijo se verá expuesto a hablar en público casi todo el tiempo, en especial si va a escuela. Si generas experiencias de este tipo al niño sabrá valerse y cuidarse por si mismo cuando de hablar en público se trate, su mente estará exenta de temores y nadie lo tomara desprevenido.

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