miércoles, 2 de septiembre de 2015

Sentimiento de rechazo

Sentirse parte de la escuela o del grupo escolar es el andamiaje emocional que todo profesional busca cultivar en niños y niñas cuando asisten a la escuela, incluso como padres deseamos que nuestros hijos sean aceptados por su maestra (o) y por los niños del grupo. Bajo estos deseos se inicia el largo camino que recorrerá el niño que asiste a la escuela. Además de atender normas, límites y políticas de la escuela situación que para un niño resulta familiar cuando le han enseñado en casa como es convivir con ellas por lo que se integra fácilmente a cualquier tipo de entornos. Pero para muchos niños aun cuando conozcan el valor de respetar normas y atender las reglas de la escuela llegan enfrentar el sentimiento de sentirse rechazados por el resto de los niños y aun cuando esto nada tiene que ver con normas y reglas, tiene que ver con el sentirse parte de la escuela. Lamentablemente muchas veces no se llega a mirar lo minúsculo de las relaciones que se dan entre niños y niñas en un ámbito escolar pues este es uno de los entornos donde se origina tal sentimiento. Hablo de cuando un niño no se siente aceptado por el resto del grupo. Y cuando esto sucede es un tremendo colapso emocional para los pequeños, pues no saben como manejar este tipo de situaciones. Veamos este comentario que recibí en mi canal de youtobe
Mi hija no quiere ir al colegio me dice que le da náuseas y le duele la barriga tanto que un día la auxiliar del salón la regreso del colegio a mi casa porque comenzó a llorar, manifestando que le dolía mucho la barriga y que tenía náuseas, la llevé al pediatra le recetaron un tratamiento porque tenia inflamada la faringe, terminó el tratamiento de 6 días con descanso médico, luego no quería ir a la escuela refiriendo los mismos síntomas. Esto ya me preocupo así que comencé a indagar, a conversar con mi hija al respecto y ella me manifiesta que en el colegio nadie quiere jugar con ella, que cuando va a jugar con una niña esta la rechaza y así sucesivamente y esto sucede hace bastante tiempo, además mi hija me dice que cuando ella se acopla a jugar una niña, las otras niñas le dice algo al oído, luego las otras niñas no quieren jugar con mi hija. Luego la auxiliar del salón refiere que es una malcriada así que ayer la lleve a una consulta en psicología pero todavía no me dicen que sucede con mi hija.
Esta es una situación de como una niña tiende a somatizar las emociones. Dolor de barriga o nauseas es una clara manifestación del rechazo que siente una pequeña mente. Una niña que no halla respuesta al porque no la quieren en la escuela, recurre a su cuerpo para manifestar el dolor que siente al no ser aceptada. Además su pequeña mente no encuentra como explicar tal sentimiento a mamá. 
Respecto a lo que opina un adulto acerca de la niña, como lo leemos en este comentario, lamentablemente contrario a ayudarle la devalúa aún más. Como adultos se tiende a hablar de los niños a la ligera como si no existieran, y lo grave es que se habla de ellos aludiendo a hechos de los que no se tiene conocimiento. Se llegan a cometer atropellos emocionales al hablar devaluantemente de niños o niñas  dentro o fuera del salón de clases, como también llega a suceder en el propio hogar, situación que vulnera el estado emocional de  cualquier niño. A los cinco años los niños son capaces de discernir cuando se esta hablando bien o mal de ellos y es tal la nitidez con que lo captan que te sorprendería descubrirlo. Si piensas que no te escucha un niño cuando hablas de él, mejor reflexiona lo que vas a decir antes de hablar, pues no imaginas el daño que se causa a su alma.

Cada que un niño no quiere ir a la escuela, algo está sucediendo a nivel emocional y no puede expresártelo con palabras para estos casos recomiendo hacer lo siguiente:
  • Monitorea el estado emocional de tu hijo (a) en la escuela mediante un programa mensual.


Acude a la escuela para reportar la situación que vive tu hija o hijo

Al llevar al niño a la escuela y al salir de ella contacta con su estado emocional

Colócale en su manita, cuello o camisa algún artículo que le recuerde al hogar como una cadenita, pulsera, anillo, aretes. Deberás dárselo de manera simbólica, diciéndole que es la medalla de la confianza, para cuidarlo (a) en la escuela y que cuando sienta que no la quieren, tome fuertemente esa medalla para sentir latir su corazón, le recordara que en casa la aman, además de tenerse a ella.

Dale o cuéntale cuentos sobre valores, alivia y ayuda fabulosamente el corazón de cualquier niño para comprender este tipo de situaciones 

2 comentarios:

  1. hola,

    me encanta tu artículo, el factor emocional es algo que deberíamos seguir de cerca en nuestros peques, ya que esto puede marcar su fase de adulto.

    Gracias por el artículo,

    Saludos,

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    1. Gracias a ti Ana y efectivamente, si ahora cultivas las emociones, mañana seran unos seres virtuosos, saludos

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