viernes, 31 de agosto de 2012

Afectividad


No solo la inteligencia y el pensamiento son transformaciones que se van dando en la vida del niño. La vida afectiva repercute con tanta profundidad que viene  a ser equiparable al resto de las transformaciones que va enfrentando. Durante su desarrollo no existen actos puramente intelectuales. Intervienen las emociones y toda la gama de sentimientos que rodean al niño. En concreto existen dos espíritus que se entremezclan y sintonizan a la vez: inteligencia y afectividad.
Así surgen en el niño tres tipos de sentimientos que se irán desarrollando a la par que su inteligencia: afectos, simpatías y antipatías y por supuesto que surgen de la  vida familiar y social

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