miércoles, 27 de junio de 2012

tabús en casa

Ahora voy a considerar un aspecto realmente importante en la vida familiar: me refiero al afecto entre los miembros  de la familia, como se expresa y las normas o prejuicios que se desarrollan respecto a él. Frecuentemente los padres deducen que cuando sus hijos han cumplido los cinco años o más no deben abrazarlos porque puede ser un estimulo sexual. Y hablemos claro….no es que se hable abiertamente, sucede de manera inconsciente y esto solo es resultado de los “tabús” o prejuicios que se gestan respecto al sexo. En especial  cuando las familias tienden a ser rígidas o poco abiertas para abordar este tema  con los hijos de  una manera natural, de aceptación, abierta, de gozo o de orgullo por la espiritualidad profunda que significa sexo.
Tenemos el caso de los padres que se rehúsan a demostrar un cariño abierto a sus hijos varones, porque el cariño entre hombres se considera homosexual o dicho en otras palabras se ve mal que los hombres se abracen, mucho menos que se besen al saludarse.
Hace falta que se redefina nuevamente el concepto de afecto y más profundamente de amor  hacia los hijos. No por manifestarlo abierta y naturalmente significa que estas pervirtiéndolo, tonterías, simplemente estas contactando alma con alma, corazón con corazón manifestándole sin ocultamiento, sin tabú alguno el profundo amor que todo padre o madre tiene por un hijo.
El principal problema estriba en la confusión que mucha gente experimenta entre el aspecto físico y el sexo, es decir cuando el niño ha llegado a la adolescencia los contactos corporales prácticamente se esfuman, muchos menos se habla del sexo. Y seamos honestos: si se quiere tener múltiples complicaciones en casa solo basta disminuir el afecto y tener muchos “tabues” respecto al sexo…. bastaran para desestabilizar cualquier armonía que se inicie a fincar en el hogar.
Me pregunto cuánto amor verdadero en la familia deja de prodigarse porque las reglas sobre el se confunden imponiéndose los clásicos “tabúes” respecto al sexo. Una de tantas reglas que he encontrado a lo largo del trabajo con adolescentes ha sido: “No disfrutaras en ninguna forma del sexo –ni propio, ni ajeno” regla que inconscientemente se siembra por la familia y lo miramos en infinidad de adolescentes que evaden preguntar a los padres acerca del sexo y recurren a otros medios  para satisfacer tal necesidad. Algunas veces acertaran al obtener la información adecuada, pero puedo asegurarte que en un porcentaje muy alto caerán en la desinformación o la manipulación por mentes pervertidas…eso sí que es grave…..:(
Otro principio muy común estriba en la negación de los genitales. Así es… si te fue negado durante tu infancia tocarte los genitales, o mirarlos siquiera, o quizá nunca se hablaba de ellos, lo más seguro es que replicaras tal tabú. Inconscientemente llevamos al niño o al joven a no hablar de ellos, excepto para su aseo, consignándolos como intocables. Y quien dice que son intocables, acaso no son tuyos, acaso no tienen valía alguna para su exploración, para su sensación, para su aceptación. Así que pregunto: se deberán arrojar al olvido. Que complicaciones tan graves se generan en los hijos.
Ahora entenderás sin excepción alguna porque muchas veces los adultos nos cuestionamos porque no gozamos de una plena relación sexual, porque me resulta difícil abordar el tema en la familia, y más grave aún; porque los jóvenes preguntan a otros y no a quien se dice ser padre o madre. Sencillamente porque no hemos tenido la sensibilidad de tender puentes de confianza para abordar tal situación con los hijos. Así que no sigas cuestionándote la existencia e inicia a generar tus primeros cambios internos. Sembrando el real amor hacia tus hijos, tampoco se trata de abalanzarte a preguntarles que desean saber del sexo, espera, solo espera, Una vez que tiendes el puente de amor, afecto y  confianza lo demás vendrá por si solo.
                                                                                                                           

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