viernes, 1 de junio de 2012

frente a frente


Dos personas enamoradas están simplemente presentes, una frente a otra, sin hacer nada.  El amor desconoce el “hacer”.  Cuando dos personas están profundamente enamoradas, simplemente están presentes.  Se miran cara a cara, simplemente presentes, como dos lámparas ardiendo e iluminándose una a otra; o dos espejos encarándose uno a otro, reflejándose entre sí millones de veces.  Los amantes se encuentran uno ante la presencia del otro, saturados por el otro, penetrados por el otro.  En ese estado surge un instante –el clímax, el momento cumbre- en que nace el fruto: cuando dejan de ser dos, cuando desparecen todas las distinciones, cuando los egos no existen, cuando te conviertes en una presencia.  Entonces, nace el fruto.....

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por dejarme tus comentarios