viernes, 30 de septiembre de 2011

estoy embarazada!!!

Simplemente, sé tan feliz y tan amorosa como puedas. Evita las negatividades; eso es lo que destruye la mente de] niño. Cuando el niño está formándose no sólo sigue tu cuerpo, también sigue tu mente, porque ésas son las improntas. Por eso, si eres negativo, la negatividad comienza a formar parte de la composición del niño desde el principio. Luego, el camino para librarse de ello es largo y duro. Si las madres fueran un poquito más cuidadosas no sería ne­cesaria la terapia del grito esencia. Si las madres fueran  más cuidadosas, desaparecería el psicoanálisis como profesión.
El psicoanálisis es un gran negocio a causa de las madres. La madre tiene realmente una gran importancia, porque durante nue­ve meses el niño vivirá en el clima de la madre; embeberá su men­te, toda su mente.
Por eso, no seas negativa. Ten cada vez más una actitud afirma­tiva, aunque a veces esto parezca difícil. Por el niño, hay que hacer al menos este sacrificio. Si realmente quieres tener un hijo que valga algo, con integridad, con individualidad y feliz, entonces tienes que hacer ese sacrificio. Eso es parte de ser madre: ese sa­crificio. Por eso, no seas negativa; evita todas las negatividades. Evita la rabia, los celos, la posesión, quejarte, luchar, evita todos esos espacios. No te los puedes permitir, ¡estás creando un nuevo ser! Este trabajo tiene tanta importancia que requiere de toda tu entrega emocional.
Disfruta cada vez más, reza, baila, canta, escucha buena músi­ca: la música clásica, que es tranquilizan­te y que va al inconsciente profundamente, porque el niño sólo la puede oír desde allí.
Siéntate en silencio todo lo que puedas, disfruta de la naturale­za. Estate junto a los árboles, los pájaros, los animales, porque son realmente inocentes. Todavía son parte del jardín del Edén, de aquí sólo han sido expulsados Adán y Eva. Incluso el árbol del conoci­miento está todavía en el jardín del Edén; sólo Adán ha sido expul­sado. Por eso ve más a la naturaleza y relájate, para que el niño crezca en un útero relajado, no tenso; de lo contrario, el niño co­menzará a ser neurótico desde el principio.
(Al padre:) Y ayúdala durante estos días de modo que pueda ser más positiva. No le provoques hacia la negatividad. Dale cada vez más tiempo para que pueda sentarse en silencio, estar con los ár­boles, escuchar los pájaros, escuchar música. Evita cualquier si­tuación que que pueda convertirse en una provocación para que ella se ponga negativa. Sé más amoroso, disfruta del si­lencio del otro, porque los dos van a dar nacimiento a algo que es divino. Todos los niños son divinos. y cuando algo grande va a su­ceder, cuando un gran huésped va a venir a tu casa, tú no luchas. Y éste podría ser el huésped más importante que jamás venga a ver­te; por eso, durante estos nueve meses sean cuidadosos, precavidos, vigilantes.

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